Simón Bolívar niño

La infancia de Simón Bolívar

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El Libertador Simón Bolívar es uno de los héroes más importantes de la historia hispanoamericana. Se trata de un soldado cuyo ejército, en lugar de conquistar, liberó a varias naciones, incluyendo su natal Venezuela.

La costumbre era que los ejércitos llegaban a otros países para invadir, saquear y conquistar. Por el contrario, el ejército de Bolívar llegó a otros países para liberarlos de la dominación española. Por lo tanto y merecidamente, se le considera el Libertador de 5 naciones (Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia con Panamá como parte de su territorio).

Por supuesto, antes de convertirse en el padre de muchas patrias, Simón Bolívar, fue un niño que perteneció a la aristocracia venezolana. Posiblemente, los Bolívar eran una de las familias más adineradas de Venezuela. Sin embargo, se suele afirmar que, el niño Simón atravesó varias dificultades, a pesar de su estatus económico.

Nacimiento

En la noche del 24 de julio de 1783, en una casa frente a la plaza San Jacinto de Caracas, nació quien sería el futuro Libertador de América. Lo bautizaron el 30 de julio de ese mismo año, como Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco.

Según se comenta, Santísima Trinidad, el segundo nombre de Bolívar, viene de la capilla en la que fue bautizado, que tiene el mismo nombre y que además fue propiedad de la familia Bolívar y Palacios.

La discrepancia entre Don Juan Vicente y Don Feliciano

En las Memorias de Daniel Florencio O’Leary, edecán y confidente del Libertador, está escrito que el día del bautizo de Simón, hubo una discrepancia entre Don Juan Vicente Bolívar, su padre y Don Felicianos Palacios, su abuelo y padrino.

Desde un principio, el padre quiso ponerle Simón a su hijo, en honor al primer Bolívar que llegó a América. Pero el abuelo, quería llamarlo Santiago, en honor al Santo Patrono de España, cuyo día era el 25 de julio.

Para Don Feliciano, su nieto nació en la madrugada del 25 de julio, minutos después de las 12. Sin embargo, Don Juan Vicente, sostenía firmemente que su hijo había nacido el 24, minutos antes de la media noche y fue su palabra la que quedó plasmada en el documento de bautismo.

Más adelante, en su vida adulta, el Simón Bolívar, aseguró en varias cartas que su fecha de nacimiento era en realidad el 25 de julio. Sin embargo, en la actualidad, este asunto sigue siendo un misterio.

Simón Bolívar nació en Capaya

Habíamos mencionado que, Bolívar nació en Caracas al frente de la plaza San Jacinto. Sin embargo, el lugar de nacimiento es otro de los misterios de la historia del Libertador.

Algunas personas, aseguran que Bolívar en realidad nació en el pueblo de Capaya, estado Miranda, donde la familia Bolívar tenía una hacienda. Se dice que, la madre de bolívar se encontraba en Capaya asistiendo a un bautizo a pocos días del nacimiento de Simón y que posiblemente, no le daría tiempo de regresar a Caracas para el parto.

Es común escuchar esta historia entre los adultos mayores de Capaya. Sin embargo, esta teoría no está comprobada.

La Negra Hipólita y la Negra Matea

Hipólita Bolívar, conocida como la Negra Hipólita fue una de las mujeres más importantes de la infancia del Libertador. Fue la esclava que amamantó al bebé Simón en la Hacienda San Mateo, ya que María de la Concepción Palacios, su madre, se encontraba quebrantada de salud.

Hipolita y Matea con Bolívar niño

Vale la pena mencionar que, a sus 19 años, Hipólita estaba embarazada y dio a luz un mes después del nacimiento de Simón. Durante este tiempo, el futuro padre de la patria fue amamantado por Inés Mancebo de Mijares, matrona cubana y amiga de la familia Bolívar.

Posteriormente, la Negra Hipólita asumió el rol de madre del Libertador, criando y guiando al pequeño Simón. De igual modo, la Negra Matea, tan solo 10 años mayor que Simón, acompañó a Hipólita como niñera del Libertador.

Según la historia, Matea llevó en sus brazos a Simón cuando este fue bautizado frente a la pila bautismal. También se suele afirmar que, el niño Simón llamaba madre a las 2 esclavas que lo cuidaban desde su nacimiento.

De hecho, en alguna oportunidad, Bolívar manifestó el inmenso amor que sentía por la Negra Hipólita, a quien consideraba su segunda madre, a través de una carta que escribió a su hermana María Antonia. “Te mando una carta de mi madre Hipólita, para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida.”

Huérfano de padre y madre

En enero de 1786, con apenas 2 años de edad, el niño Simón quedó huérfano de padre, ya que Don Juan Vicente falleció de tuberculosis. Concepción Palacios quedó como cabeza de familia, encargándose de Simón y todos sus hermanos.

Sin embargo, con el pasar de los años, la salud de Concepción se fue deteriorando y también falleció de tuberculosis en julio de 1792, cuando Bolívar tenía 9 años. Según algunos médicos historiadores, el propio Simón Bolívar, pudo haber sufrido de la primo-infección tuberculosa, un tipo de tuberculosis que pasa inadvertida mientras las defensas corporales son favorables.

Luego de quedar, huérfanos de padre y madre, Bolívar y sus hermanos quedaron bajo la custodia de su abuelo, Don Feliciano. Pero como este también se sentía enfermo, comenzó rápidamente a buscar tutor para sus nietos.

De hecho, al poco tiempo del fallecimiento de Concepción, Don Feliciano se apresuró a casar a las 2 hermanas Bolívar. A María Antonia de 15 años, la casó con Pablo Clemente Francia y a Juana de 13 años, con su tío Dionisio Palacios y Blanco.

El 5 de diciembre de 1793, falleció el abuelo y padrino de Simón Bolívar. Según se comenta, antes de su muerte, Don Feliciano, consultó a su nieto con cuál de los tíos le gustaría quedarse. Simón, había preferido a su tío Esteban Palacios, quien además era su padrino de confirmación, pero como este se encontraba en España, Simón y su hermano Juan Vicente, quedaron bajo el cuidado de su Tío Carlos Palacios, con quien Bolívar no se la llevaba muy bien.

Los maestros de Simón Bolívar

Según se suele afirmar, el severo tío Carlos, se encargó en proporcionar buenos maestros al niño Simón, para que lo formaran en escritura, lectura, aritmética e historia. Uno de los maestros más nombrados en la historia del Libertador fue Andrés Bello, quien era 2 años mayor que Simón y le enseñó primeras letras.

Andrés Bello y Simón Rodríguez

Por otro lado, con el capuchino Francisco de Andújar, Simón aprendió matemáticas, física y topografía. Mientras que, Guillermo Pelgrón, le enseñó latinidad.

Sin embargo, la historia asegura que fue su tocayo Simón Rodríguez, el maestro de mayor influencia. La enseñanza de Rodríguez, avanzada y revolucionaria para la época, sembró en Bolívar las ideas de libertad y justicia que años más tarde lo convertirían en Libertador.

Además de ser su maestro, Rodríguez forjó una gran amistad con Bolívar, que trascendió la relación docente-alumno. “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto“. Escribió Bolívar en una carta dirigida a su maestro y amigo.

El 15 de agosto de 1805, junto con Simón Rodríguez, Bolívar ascendió hasta la cumbre del Monte Sacro en Roma, Italia. Con 22 años, el futuro Libertador pronunció en voz alta el siguiente juramento: “Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por la Patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español.”

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