Filandia es un pueblo colombiano de campesinos, arrieros y artesanos que conserva su arquitectura colonial, así como, sus costumbres y tradiciones de antaño. Su nombre significa Hija de Los Andes y es un paraíso que fue hogar de los indígenas de la cultura Quimbaya durante muchos años. Se trata de uno de los municipios más antiguos del Quindío y un referente turístico del Eje Cafetero de Colombia.
Se suele afirmar que, Filandia fue fundado el 20 de agosto de 1878 por un grupo de más de cien colonos antioqueños (campesinos colombianos). Hoy en día, se le conoce como la Colina Iluminada del Quindío, ya que se sitúa en la cima de una colina que ofrece vistas panorámicas espectaculares.
Además de su arquitectura tradicional bien conservada y su cultura cafetalera, Filandia ofrece una naturaleza exuberante que indudablemente merece la pena visitar.
Plaza Central e Iglesia María Inmaculada Concepción
En el corazón de Filandia se encuentra la Plaza Central, considerada una de las más coloridas de Colombia. Se trata de un lugar bastante concurrido, donde lugareños y visitantes se encuentran a menudo para disfrutar de un paisaje rodeado de flores y árboles nativos.
La plaza está rodeada de restaurantes, cafés, fondas y la particular Iglesia María Inmaculada Concepción. Según se comenta, esta iglesia fue construida hace más de 100 años en bahareque y troncos de árboles como el cedro y laurel. Los troncos eran trasladados por los lugareños desde un reconocido bosque hasta la plaza central.
Calle del Tiempo Detenido
Cerca de la Plaza Central se encuentra la famosa Calle del Tiempo Detenido, evidentemente, una parada obligada de Filandia. Sus casas de encanto colonial atrapan a los turistas, haciéndolos creer que el tiempo se detuvo en el pasado. Según se suele afirmar, esta calle fue escenario de la reconocida película colombiana de los ochenta, Milagro en Roma.
Asimismo, la Calle del Tiempo Detenido puede servir como punto de partida para recorrer los rincones más históricos de la denominada colonización antioqueña. En este sentido, se puede visitar la Calle Empedrada, el monumento de Jesús Resucitado, el Colegio Sagrado Corazón de Jesús Bethlemitas y la Droguería Bristol, la cual se considera la casa más antigua de este pueblo.
El Mirador de la Colina Iluminada
De igual forma, el Mirador de la Colina Iluminada, que se encuentra a las afueras del pueblo, es otro de los puntos turísticos más visitados de Filandia. Se le considera el sitio idóneo para disfrutar de las mejores vistas panorámicas.
Vale la pena destacar que, esta torre está hecha de madera dividida en 9 niveles, construida con mangle del Caribe y maderas de la región como el zapán y la guadua. En su interior, se puede apreciar una impresionante mariposa azul, hecha de retazos de vidrios.
La cestería de bejuco en Filandia
Para aquellos pocos que quizás no lo sepan, el bejuco es la fibra natural que usan los artesanos para crear canastos, sombreros, bolsos, lámparas y demás productos artesanales.
En este sentido, el Centro de Interpretación del Bejuco al Canasto es otro de los lugares interesantes para visitar en este pueblo. Aquí, se esconde la historia de la cestería, una tradición que se ha transmitido de generación en generación y se considera patrimonio cultural del Quindío.
En una visita, los asistentes aprenden sobre la plantación y extracción sostenible del bejuco, así como, las técnicas de transformación y los tipos de tejidos tradicionales.
Del mismo modo, se puede realizar la Ruta de los Maestros Artesanos por el Barrio San José, para observar de cerca la vida cotidiana de familias que se dedican a la cestería. En este barrio se pueden visitar las denominadas casas-taller, donde los turistas viven la experiencia de elaborar su propia artesanía.
Vale la pena mencionar que, los canastos hechos en bejuco, eran los recipientes que usaban los caficultores para recoger el grano de café durante la cosecha, desde entonces, existe la tradición de la cestería de Bejuco en Filandia.
Museo Casa de los Abuelos
Para los amantes de las antigüedades, el Museo Casa de los Abuelos representa una parada obligada en este pueblo. Aquí, los turistas pueden pasar un rato agradable mientras observan Muebles antiguos de madera tallados a mano, máquinas de café, cuadros, fotos en blanco y negro y cientos de reliquias religiosas entre otras cosas antiguas.
Se trata de una casa colonial que conserva el patrimonio cultural de Filandia. Además en este sitio los visitantes conocen la historia de las costumbres, tradiciones y creencias del pasado.
Rutas eco-turísticas de Filandia
Además de las antigüedades y la arquitectura colonial, este pueblo cuenta con rutas eco-turísticas para el deleite de los amantes de la naturaleza. Entre estas rutas destacan el Bosque Bremen, patrimonio ambiental de la región y el Bosque Barbas, el quinto de mayor biodiversidad del mundo. Ambos bosques son ideales para conocer la fauna y flora de la región.
Yarumos blancos, pinos, eucaliptos, corredores biológicos, senderos interpretativos y cascadas de agua cristalina, así como el avistamiento de aves, son algunas de las sorpresas naturales que ofrecen estos lugares.
Asimismo, se puede realizar senderismo por la ruta eco-histórica que comprende varios tramos del Camino Nacional. En este sitio, además de hacer turismo de aventura, se conoce sobre la cultura Quimbaya, el paso de la campaña libertadora y la fundación de Filandia.
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