El 16 de septiembre de 1987, en Montreal, Canadá, se firmó el Protocolo de Montreal que acordó la supresión de sustancias que dañan la capa de ozono. Sin embargo, el adelgazamiento de dicha capa, conocido también como el agujero de ozono, se descubrió por primera vez en 1979 sobre la Antártica.
En 1994, la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró el 16 de septiembre como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Un año después, se celebró por primera vez, esta efeméride. Desde entonces todos los 16 de septiembre se realizan actividades y campañas de concienciación sobre este tema.
Según suele afirmarse, la mayoría de los países del mundo se han comprometido con esta causa, obteniendo algunos resultados. Pero por supuesto, todavía falta mucho por hacer para evitar destrucción de la capa de ozono.
La importancia de la capa de ozono
La capa de ozono es la que nos ayuda a filtrar la luz solar para que la radiación ultravioleta no genere efectos nocivos. Se trata de un frágil estrato gaseoso que se encarga de preservar la vida en el planeta.
Esta capa se encuentra en la parte superior de la atmósfera, entre 10 y 40 Km. sobre la superficie terrestre, en la zona de la estratosfera. Precisamente el ozono de la estratosfera es el que se encarga en absorber buena parte de la radiación ultravioleta del Sol. De ahí, la importancia de preservar la estratosfera.
Vale la pena mencionar que, la densidad de ozono en el año 2000 llegó a su mínimo, empezando a recuperarse a partir de entonces. Pero el objetivo es que en pocas décadas, vuelva a sus niveles originales. Por supuesto, para esto es necesario que los países mantengan el compromiso establecido.
Gases que la debilitan
Es necesario tomar conciencia sobre los riesgos del uso excesivo de productos que emiten gases dañinos para el medio ambiente. En este sentido, es importante conocer la existencia de ciertos gases que contribuyen con el debilitamiento de la capa de ozono. De esta manera, podemos evitar el uso de productos que contengan este tipo de gases.
Por ejemplo, compuestos que contienen cloro, flúor y carbono, que por lo general, se usan en aerosoles, solventes, aires acondicionados y como material aislante, alcanzan la estratosfera, se disuelven y causan daños a la capa de ozono.
De igual forma, compuestos que contienen hidrógeno, cloro, flúor y carbono, también dañan la estratosfera.
Es probable que en tiempos de redes sociales, este tema sea de poco interés para muchos. Sin embargo, es necesario dejar algo claro, de la capa de ozono depende nuestra vida en el planeta.
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