La Motricidad Orofacial es una disciplina que se encarga de aplicar evaluaciones y tratamientos a la musculatura orofacial. En otras palabras, es el gimnasio para ejercitar labios, lengua, dientes, paladar y mandíbula, sin duda, elementos esenciales para funciones básicas como hablar, masticar y deglutir, entre otras.
Probablemente, algunas personas desconozcan la existencia de esta disciplina. Precisamente para darla a conocer y generar conciencia en la sociedad actual, cada 17 de febrero se celebra el Día de la Motricidad Orofacial.
¿Qué es y por qué se celebra el 17 de febrero?
Cómo habíamos mencionado al principio de este post, la motricidad orofacial es la disciplina a través de la cual se ejercitan los músculos orofaciales. Pero si vamos un poco más allá, encontramos que esta disciplina es una rama de la logopedia y la fonoaudiología que se enfoca en evaluar, prevenir y tratar problemas relacionados con los músculos de la boca.
Esta disciplina suele ser muy útil para personas que tienen dificultades para masticar, tragar, hablar o incluso respirar.
Vale la pena mencionar que, se eligió el 17 de febrero como Día de la Motricidad Orofacial para rendir homenaje a la doctora brasileña Irene Marchesan, quien cumple años en esa fecha y es considerada una pionera en la materia.
Se suele afirmar que, Marchesan dedicó su vida a investigar y promover la motricidad orofacial. Gracias a su trabajo, hoy en día, muchas personas en todo el mundo pueden mejorar la salud de los músculos orofaciales y tener así, una mejor calidad de vida.
Importancia de la motricidad orofacial
Si algo en tu boca o con las funciones orofaciales no anda bien, puede afectar tu capacidad para comer, hablar o respirar. De ahí, la importancia de la motricidad orofacial, que no solo trata problemas funcionales, sino que también ayuda a solucionar casos de malformaciones y secuelas de cirugías. Además, puede brindar una mejora en la estética facial.
Una disciplina para todas las edades
La motricidad orofacial es útil para cualquier persona.
Bebés y niños: En los primeros años de vida, esta disciplina puede solventar dificultades para succionar, masticar o hablar.
Adultos: En las personas adultas, la motricidad orofacial puede tratar problemas de deglución, respiración o incluso ronquidos.
Tercera edad: En el caso de los adultos mayores, esta disciplina sirve para mejorar su calidad de vida, sobre todo a aquellos pacientes con enfermedades neurodegenerativas o secuelas de un accidente cerebrovascular.
Pacientes postquirúrgicos: En este caso, la motricidad orofacial puede ser útil después de una cirugía maxilofacial o dental.
Esta disciplina, nos recuerda que la boca, más que una sonrisa bonita, es una herramienta esencial para nuestro día a día, por lo tanto, es necesario que todos los músculos orofaciales funcionen correctamente.
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