Al igual que muchas enfermedades, el cáncer de mama existe desde tiempos antiguos. De hecho, se suele afirmar que, los primeros registros de protuberancias mamarias se descubrieron en el Antiguo Egipto, en los tiempos antes de Cristo. Por aquella época no se conocía el término cáncer, pero la enfermedad ya existía.
El primer caso de cáncer de mama se escribió en un papiro, que hoy se conoce como el papiro Edwin Smith. Se dice que, el documento donde se diagnosticó tumores en las mamas de una mujer fue escrito en la denominada era de las pirámides, alrededor del 3000 al 2500 antes de Cristo y podría ser una copia de un manuscrito de tratados quirúrgicos de la antigüedad.
En otras palabras, el cáncer de mama, hoy una de las causas más frecuentes de muerte en mujeres, es una enfermedad que tiene una historia de miles de años.
El primer tumor mamario
Fue en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la región egipcia de Asuán, donde un grupo de investigadores encontró el que posiblemente sea el caso de cáncer de mama más antiguo del mundo.
El hallazgo se hizo posible tras el descubrimiento del esqueleto de una mujer de entre 30 y 40 años, que perteneció a la clase dirigente de la antigua ciudad de Elefantina y murió por tumores mamarios.
Los investigadores aseguraron que, el cuerpo momificado de la mujer, de 1,62 metros de altura, se encontraba en un ataúd comido por las termitas. La tumba excavada donde se encontró el esqueleto de la mujer, pertenecía a una zona donde solo se enterraba a la clase dirigente de aquel lugar. Se presume que, por aquel entonces la ciudad de Elefantina estaba habitada por aproximadamente 150 personas de 4 o 5 familias.
Luego de analizar los huesos, se evidenció que la mujer estaba afectada por metástasis y sufría además una importante osteoporosis. De hecho, se cree que la mujer permaneció en cama durante 1 o 2 años. Debido a que en aquel entonces no existían avances en el tratamiento de esta enfermedad, la mujer solo contaba con ayuda de un grupo de humanos inexpertos para sobrellevar sus dolencias hasta que falleció.
Según se comenta, la contaminación del agua en el río Nilo fue el origen de muchas enfermedades en el Antiguo Egipto. Entre tantas enfermedades se encontraban los tumores mamarios. También se suele afirmar que, la mitad de la población egipcia moría antes de cumplir los 5 años, mientras que la otra mitad apenas vivía un poco más de 30 años. El faraón Tutankamón, por ejemplo, murió a los 18 o 19 años por problemas de salud.
Hipócrates y el mal del cangrejo
Luego de aquel primer descubrimiento del cáncer de mama en el Antiguo Egipto, pasaron miles de años para que surgieran nuevos pensamientos y tratamientos de esta enfermedad. En la Antigua Grecia, el reconocido médico Hipócrates comenzó a investigar y tratar de explicar el porqué de todas las enfermedades, en una época en la que todavía había escaso conocimiento sobre el tema.
Es precisamente a Hipócrates a quien se atribuye la aplicación del término cáncer para referirse a los tumores malignos. Etimológicamente, la palabra cáncer quiere decir cangrejo. Los tumores malignos se asemejan a los cangrejos ya que tienen proporcionalmente pinzas en ambos lados de su cuerpo.
El cáncer de mama en la actualidad
A lo largo de los años, la ciencia y la medicina han avanzado mucho y existen tratamientos efectivos contra el cáncer de mamá, si se detecta a tiempo. Sin embargo, expertos aseguran que, esta enfermedad es el tipo de cáncer más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el caso de América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas por la enfermedad antes de los 50 años es mucho mayor que en Norteamérica.
la obesidad, el alcoholismo, el tabaquismo, los antecedentes familiares de cáncer de mama, la exposición a radiación y antecedentes reproductivos y hormonales son características que se asocian con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Por otro lado, se suele afirmar que, la mitad de los casos de esta enfermedad se desarrollan en mujeres sin factores de riesgo identificados.
Prevención del cáncer de mama
Más allá de los factores de riesgo, existen maneras de prevenir el cáncer de mama y otros tipos de cáncer. Por supuesto, la mayor prevención es tener un estilo de vida saludable.
En primer lugar, es importante alimentarse de forma balanceada con alimentos altos en fibra, que incluyan brócoli, acelgas, espinacas, uvas y papayas entre otros. En este sentido, es necesario disminuir el consumo de azúcares y comida chatarra.
De igual forma, los expertos recomiendan hacer al menos 30 minutos de ejercicios al día, para mantener un peso adecuado y buenas condiciones físicas. Evidentemente, se debe evitar el cigarro y el alcohol.
También se debe realizar una auto-exploración mamaria mensual a partir de los 20 años y solicitar una mastografía después de los 34 años, sobre todo en caso de antecedentes familiares de la enfermedad.
Vale la pena recordar que, el 19 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. El objetivo de este día es promover la conciencia de esta enfermedad tanto en mujeres como en hombres, para que se pueda detectar y prevenir a tiempo.
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