El Tamunangue, también conocido como Sones de Negros es una danza popular venezolana que se realiza en honor a San Antonio de Padua, patrono de los panaderos y los objetos perdidos. Se caracteriza por ser una expresión cultural y religiosa propia del estado Lara, en Venezuela.
Sin embargo, el 13 de junio se celebra en toda Venezuela, el Día del Tamunangue, que también se le conoce como la fiesta de San Antonio de Padua, donde además del baile tradicional, se bendice el pan de San Antonio (panes pequeños que después de bendecidos son entregados a los fieles y creyentes).
Tratándose de una fiesta cultural pero también religiosa, es normal que los devotos realicen peticiones al mencionado santo y se cumplan promesas por los favores recibidos. Por lo general, los creyentes piden por la salud, la recuperación de objetos perdidos y el encuentro de buenas parejas.
¿Por qué se celebra el 13 de junio?
El Día del Tamunangue se celebra el 13 de Junio de cada año, para conmemorar a San Antonio de Padua. Vale la pena mencionar que, en esta misma fecha pero del año 1231, falleció el considerado Santo de las Causas Perdidas. Según se suele afirmar, este título proviene de una historia que vivió el propio San Antonio, cuando era maestro en Bolonia. Un día, uno de sus alumnos le robó su libro de Salmos sin que se enterara. San Antonio entonces, rezó para encontrarlo.
Posteriormente, el joven devolvió el libro y el mismo se conserva en la actualidad en el convento franciscano de Bolonia. Desde entonces, los creyentes rezan a San Antonio de Padua para encontrar objetos perdidos.
El Pan de San Antonio
Por su parte el denominado Pan de San Antonio se considera un pan de caridad. Como habíamos comentado anteriormente, se trata de pequeños panes que son bendecidos para luego ser obsequiados a los devotos del santo.
De hecho, se comenta que esta tradición tiene que ver con uno de los tantos milagros que se le atribuyen a San Antonio de Padua. Hace muchos años, Tomasito, un niño de 20 meses se ahogó en un pozo de agua. La madre de Tomasito, desesperada, invocó la ayuda del santo e hizo una promesa. Si su hijo se salvaba, la mujer daría a los pobres el mismo peso en pan que el peso del niño. Milagrosamente el pequeño se salvó y la mujer cumplió con lo prometido. Desde entonces nació la tradición del Pan de San Antonio.
El ritual del Tamunangue
El Tamunangue es una fiesta que celebran tanto los que bailan los denominados Sones de Negros como quienes presencian la danza. Los tamunangueros usan trajes típicos y hacen el baile con una gracia, coquetería y galantería únicas y agradables.
Además, como parte de la tradición se adorna un altar con flores, papeles multicolores, velas e inciensos. En este sentido, se hace un ritual que incluye la procesión del Santo, un velorio, la ejecución de la salve, la batalla y los siete sones. Toda una tradición que ha trascendido de generación en generación.
La batalla simula un duelo con garrotes ante la figura de San Antonio de Padua. Posteriormente, se da inicio a la danza del Tamunangue que se compone de los mencionados siete sones: el ayiyivamos, la bella, la juruminga, la perrendenga, el poco a poco, el galerón y el seis figurao.
Por supuesto, toda esta fiesta está acompañada por un conjunto musical donde se ejecutan varios instrumentos como el cuatro, el quinto, el tiple, el tambor y las maracas.
¿Por qué al Tamunangue le llaman Sones de Negros?
Existen muchas teorías de por qué a esta danza popular le llaman Sones de Negros, la más aceptada es la que refiere que estos sones se interpretaban desde el año 1580 aproximadamente. Según esta teoría, los esclavos africanos que eran explotados en la zona centro-occidental de Venezuela, acostumbraban a realizar rituales que incluían bailes, en sus tiempos libres.
En un principio, estos bailes fueron considerados actos satánicos por los colonos españoles. Pero los esclavos al darse cuenta de la reverencia del hombre blanco por una figura religiosa, decidieron escoger una para que acompañara sus bailes y de casualidad tomaron la imagen de San Antonio de Padua. Usaban al santo como protector, es decir, cuando los amos los estaban observando, bailaban con el santo, pero lo quitaban del baile cuando los españoles dejaban de mirar. Aunque solo sea una teoría, es posible que de ahí surja la relación entre el Tamunangue y San Antonio de Padua.
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