Probablemente al leer San Pedro de Macorís, a algunos lectores se les venga a la mente el sabroso merengue de los 90 “Guavaberry”, del destacado cantautor dominicano Juan Luis Guerra. Sin embargo, aclaramos que este post no se trata de la canción sino de una de las joyas turísticas de República Dominicana, San Pedro de Macorís, a quien efectivamente Juan Luis Guerra dedicó una canción.
Es la capital de la provincia del mismo nombre y una de las ciudades más importantes de República Dominicana. Se encuentra a orillas del Mar Caribe y además del turismo, la industria azucarera es una de las principales fuentes de economía de San Pedro de Macorís.
Se considera un lugar con diferentes estilos arquitectónicos únicos. Tal es el caso de la catedral San Pedro Apóstol, cuyo estilo neogótico la convierte en una de las edificaciones más emblemáticas de la ciudad.
La Catedral de San Pedro Apóstol y su historia
Lo que hoy se conoce como una catedral de estilo neogótico fue al principio una iglesia que se construyó con palmas y madera en el siglo XIX. Por su puesto, la iglesia se construyó en honor a San Pedro Apóstol, que es el patrono de la ciudad. Sin embargo, los constantes huracanes e incendios derribaron en poco tiempo dicha edificación.
En la primera década de los años 1900, en el mismo lugar de la iglesia de palmas y madera, se comenzó con la construcción de la Catedral de San Pedro Apóstol, que sin duda es uno de los lugares del centro que se deben visitar de San Pedro de Macorís. Según se suele afirmar, la catedral fue la primera edificación de cemento en la ciudad, dando inicio a su modernización.
Al frente de la iglesia se encuentra la plazoleta de los padres de la patria, donde se puede apreciar un monumento dedicado precisamente a los patriotas dominicanos. Dicha plazoleta es escenario de diversos eventos culturales.
De igual forma, cerca de la catedral, en pleno centro de la ciudad, se encuentra el parque Juan Pablo Duarte. Se trata de un área verde, con árboles centenarios como el cedro. El parque es muy visitado por turistas y locales, sobre todo los domingos, día de conciertos ofrecidos por la banda municipal.
También cerca de la catedral, se encuentra el famoso Parque de los Enamorados, que por supuesto es el lugar idóneo para los encuentros románticos. Se encuentra frente a la desembocadura del río Higuamo y está rodeado por edificios antiguos de estilo neogótico. En el centro del parque se encuentra el monumento al poeta nacional Pedro Mir.
El Malecón de San Pedro de Macorís
Por su parte, el Malecón de San Pedro de Macorís se considera el principal lugar de esparcimiento de esta ciudad portuaria. Por lo general, las personas usan el malecón para caminar, ejercitarse, andar en bicicleta o simplemente respirar aire puro mientras observan el inmenso Mar Caribe.
Vale la pena mencionar que, en el lado este del malecón se puede permanecer en paz y tranquilidad al sonido de las olas. Mientras tanto, en el lado oeste, se encuentran los bares y discotecas para la gente que busca fiesta.
Tratándose de una ciudad portuaria es normal que abunden las playas de aguas cristalinas, enormes cocoteros y arena blanca. Tal es el caso de Playa del Muerto, que se ubica en el sector del mismo nombre, muy cerca del malecón. Para muchos, es el lugar perfecto para disfrutar de las suaves olas del Mar Caribe.
Laguna de Mallén
Otro de los atractivos turísticos más impresionantes de San Pedro de Macorís, es la Laguna de Mallén. Un lugar de quietud, donde el canto de aves propias del lugar acompaña la belleza de la laguna.
Es el área protegida más amplia de San Pedro de Macorís y posee más de 8 km en recorrido. En el centro de la laguna se encuentra la Isla de la Mujer, un lugar eco-turístico para pasar un buen rato entre familiares y amigos.
El guavaberry y la gastronomía de San Pedro de Macorís
Dada la diversidad cultural que se originó de los diferentes núcleos migratorios que se asentaron en San Pedro de Macorís, existe una gran variedad de platos típicos. Entre los más típicos y representativos destacan los domplines, hechos de harina de trigo, acompañados con bacalao, el Johnny Cake, conocido popularmente como yaniqueque y la sopa calalú.
Además, destaca el guavaberry, como la bebida más típica de San Pedro de Macorís. Se trata de un licor que se prepara con moras amarillas o moradas, cocidas en almíbar con canela, ciruelas, pasas y macerado en ron.
Según se comenta, es una bebida de origen Coloco, uno de los tantos grupos de inmigrantes que llegaron a la ciudad desde las islas británicas del Caribe.
Los Guloyas y los Gagas
La identidad cultural de San Pedro de Macorís es bastante amplia y destaca en toda la zona del Caribe. Los goluyas, por ejemplo, son una expresión cultural que proviene de los negros Colocos, que como habíamos mencionado llegaron de las islas británicas caribeñas a finales del siglo XIX.
En este sentido, los guloyas son personajes vestidos con impresionantes trajes coloridos que recorren las calles de la ciudad en diferentes fechas del año. Esta costumbre se declaró Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2005.
Por otro lado se encuentran los gagas, una expresión haitiana de baile y danza que recorren las calles de San Pedro de Macorís especialmente en Semana Santa.
Además de toda su belleza, sus atractivos turísticos, su gastronomía rica en sabores y sus manifestaciones culturales, San Pedro Macorís, se considera una ciudad de bellos atardeceres nada más y nade menos que frente al Mar Caribe.
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