Para hablar de realismo mágico, necesariamente hay que mencionar al genio de la literatura universal, Gabriel García Márquez, referente por excelencia de este estilo literario. Nació el 6 de marzo de 1927, en un pueblo de la costa atlántica colombiana llamado Aracataca, donde pasó los primeros años de su infancia junto a sus abuelos maternos, “Papalelo” y “Tranquilina”.
La vivencia con sus abuelos en Aracataca fue clave para que García Márquez se forjara una visión del mundo y despertara la pasión por las historias. Años más tardes, esas vivencias se transformaron en realismo mágico a través de sus obras literarias.
Vale la pena mencionar que, además de ser un destacado escritor, novelista y cuentista fue periodista y guionista de cine. En 1982 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura y su obra más emblemática es sin duda, “Cien años de soledad”.
¿Qué es el realismo mágico?
Se llama realismo mágico al movimiento literario que surgió en Latinoamérica en la década de 1930. Sin embargo, su popularidad se dio entre 1960 y 1970 con la generación del denominado boom latinoamericano.
Algunos le atribuyen el término de realismo mágico al crítico de arte alemán Franz Roh. Sin embargo, se suele afirmar que, fue el reconocido escritor venezolano Arturo Uslar Pietri quien utilizó por primera vez el nombre de realismo mágico para referirse a un movimiento literario.
En este sentido, este estilo literario se considera una narrativa donde lo extraño y lo peculiar se muestra como algo cotidiano. Las singularidades, peculiaridades y extrañezas de la vida son tan normales que forman parte de la realidad. Por lo tanto, el narrador no ofrece explicaciones sobre los acontecimientos insólitos y los personajes tampoco se sorprenden por las cosas insólitas.
Por supuesto, en toda Hispanoamérica existen destacados exponentes del realismo mágico, que son muy conocidos en la literatura universal. Sin embargo, Gabriel García Márquez se ganó el título del padre del realismo mágico, gracias a su particular estilo para mezclar la fantasía con la realidad.
El particular estilo de García Márquez
El realismo mágico de Gabriel García Márquez se basa en la interacción en una misma historia de elementos ficticios con elementos de la realidad más cotidiana. Obras como “Cien años de soledad”, “Crónica de una muerte anunciada” y “El amor en los tiempos del cólera”, entre muchas otras, muestran un realismo mágico con características propias del escritor colombiano.
En su narrativa siempre están presentes la denuncia social, las realidades de Colombia y Latinoamérica y el juego con los tiempos. Otro hecho característico de García Márquez es el uso reiterativo de Macondo, un pueblo ficticio que aparece en varias de sus obras.
En alguna oportunidad, el escritor comentó: “Dicen que yo he inventado el realismo mágico, pero solo soy el notario de la realidad. Incluso hay cosas reales que tengo que desechar porque sé que no se pueden creer”.
Un ejemplo de su realismo mágico lo tenemos en “El coronel no tiene quien le escriba”, que se publicó en 1961. Se trata de la historia de un empobrecido coronel retirado que está esperando una pensión que nunca llega. Al parecer la única esperanza del coronel y su esposa es un gallo que les quedó de herencia tras el asesinato de su hijo. Al mismo tiempo, el gallo es motivo de una discusión marital. En la narración sale a relucir el ficticio pueblo de Macondo y se reflejan las injusticias, la precariedad y la pobreza de Colombia.
Sin lugar a dudas, Gabriel García Márquez es uno de los principales referentes del realismo mágico y su legado literario extiende más allá de Hispanoamérica, ya que muchas de sus obras han sido traducidas a otros idiomas.
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