Tras mezclar la fantasía con la realidad de una manera extraordinaria, muchos críticos la consideraron una pintora de realismo mágico. Frida Kahlo, una de las mayores exponentes de la cultura mexicana a través de la pintura. Sus obras, se caracterizaron principalmente por autorretratos, en los que contaba su propia historia y a su vez resaltaba su identidad mexicana.
Nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, al sur de Ciudad de México y fue la tercera de las 4 hijas que tuvieron Matilde Calderón y el fotógrafo judío-alemán Guillermo Kahlo. Posteriormente, nació su único hermano, Guillermo, que sobrevivió solo unos días y en 1908, nació Cristina, su hermana menor.
Antes de convertirse en una de las artistas más icónicas de México, fue estudiante de medicina. Sin embargo, pudo más su amor por el arte.
Indudablemente, Frida, era una figura que resaltaba entre las mujeres de su tiempo. Según se suele afirmar, con su particular manera de vestir, cambió los estándares de la feminidad mexicana. Mientras tanto, con su arte cambió la forma de observar la cultura mexicana, dando a conocer las raíces originarias de México y manifestando su rechazo a las injusticias sociales.
El arte de Frida Kahlo
Además de ser considerada una artista de realismo mágico, las obras de Frida Kahlo suelen calificarse como parte del movimiento surrealista. Aunque ella misma no se identificaba con dicho movimiento.
De hecho, muchos críticos aseguran que la artista mexicana creó su propio estilo a través de los acontecimientos más emblemáticos de su vida, los elementos de la naturaleza y la identidad mexicana.
En este sentido, su trabajo artístico está inspirado en la cultura popular, las clases, la raza y la sociedad mexicana. Las pinturas de Frida son obras autobiográficas, que juntan la fantasía con los verdaderos eventos de su vida y de la historia de su país. Principalmente, en su obra destacan los autorretratos, a través de los cuales cuenta su historia.
Henry Ford Hospital
En julio de 1932, la artista tuvo un aborto en la ciudad de Detroit, Estados Unidos. Un suceso doloroso, que por supuesto marcó su vida y a su vez fue el motivo de la obra Henry Ford Hospital (1932). La pintura muestra a una Frida sangrando y posando sobre una cama, mientras que desde su vientre nacen seis venas rojas que se atan a objetos simbólicos de su sexualidad y de su embarazo perdido.
Unos cuantos piquetitos
Por otro lado, su obra Unos cuantos piquetitos de 1935, refleja el sufrimiento emocional de Frida por las infidelidades de su pareja, el también artista mexicano Diego Rivera con su hermana Cristina. El título de la obra fue tomado de una declaración policial de un asesino, publicada en un periódico, donde se leía la frase “solo le había dado unos cuantos piquetitos.”
Las dos Fridas
Las dos Fridas de 1939 es una pintura que muestra la separación entre 2 personalidades. En la obra se observan efectivamente 2 Fridas, una con un vestido de encaje, y otra con un vestido tradicional tehuana. Ambos vestidos están expuestos y conectados entre sí, y una de las Fridas corta las arterias con una tijera, mientras que la otra sostiene un pequeño retrato de Diego Rivera.
Diego en mi pensamiento
En este autorretrato de 1943, la artista aparece vestida con el traje tradicional tehuano de la cultura zapoteca, uno de los favoritos de Diego Rivera. La pintura muestra a Frida con un retrato de su amado hecho en la frente como alusión a su obsesión con esta relación.
La columna rota
Sin duda, La columna rota de 1944 es una de sus obras más reconocidas internacionalmente. En esta pintura la artista manifiesta el dolor producto de un accidente que tuvo a los 18 años, dolor que la acompañó a lo largo de su vida. La obra fue hecha tras de una intervención de columna a la que se sometió Frida, la cual la dejó confinada a un corsé. En este trabajo, Frida se muestra en medio de un paisaje desértico sostenida por una estructura de metal, mientras que una columna atraviesa su cuerpo y reemplaza la suya. Frida está cubierta con clavos, símbolos del dolor, mientras su rostro sereno llora.
La relación amorosa entre Frida y Diego Rivera
Para nadie es un secreto que, la historia entre Frida y el reconocido muralista mexicano Diego Rivera estuvo marcada por muchas infidelidades y rupturas, incluidos un divorcio y un segundo matrimonio. Entre las infidelidades, destaca un amorío que involucró a la hermana de Frida, Cristina.
Pero más allá de la controversial relación amorosa, hay que mencionar que, la obra artística de Frida estuvo muy influenciada por el pintor y muralista, con quien la artista estaba obsesionada.
Ambos se conocieron en la secundaria donde estudiaba Frida, cuando el pintor hacía un mural para el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria. Por esa época, la pintora formaba parte del denominado grupo los Cachuchas, que usaban gorras de tela como signo de subversión contra el código de vestimenta de aquel entonces.
Luego del primer encuentro, Frida solía visitar a Diego, mientras él trabajaba en los murales del edificio de la Secretaría de Educación Pública.
El 21 de agosto de 1929, los artistas se casaron, se divorciaron 10 años más tarde y posteriormente se volvieron a casar.
La Casa Azul de Frida
El Museo Frida Kahlo, también conocido como la Casa Azul, forma parte del legado de la icónica artista mexicana Frida Kahlo. Fue el lugar en donde nació y murió la pintora mexicana y, por lo tanto, se encuentra en Coyoacán al sur de la Ciudad de México. Se convirtió en museo en 1858, 4 años después del fallecimiento de Frida.
La casa Azul, posee varios elementos de la vida y obra de la artista. Entre las pinturas que se pueden observar en este museo se encuentran, Viva la vida, Frida y la cesárea y Retrato de mi padre Wilhelm Kahlo entre muchas otras.
Frida Kahlo, una mujer rebelde, cuyas experiencias de vida sirvieron de inspiración para crear extraordinarias obras de artes que la convirtieron en una de las pintoras latinoamericanas más influyentes del mundo.
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