Chuao es uno de los pueblos más pintorescos de Venezuela y se encuentra al extremo norte del estado Aragua. Específicamente, este pueblo costero, se encuentra en las faldas de la Cordillera de la Costa Venezolana y forma parte del Parque Nacional Henri Pittier.
Para llegar a Chuao, se debe tomar una lancha en Puerto Colombia, en el pueblo de Choroní, y hacer un recorrido marítimo de 25 minutos aproximadamente. Otra opción, un poco más aventurera, es atravesar las montañas que rodean el Cerro Picacho para llegar al pueblo por la ruta del cacao.
De hecho, además de la pesca y el turismo, el cultivo de cacao es una de las principales fuentes de ingresos de Chuao. Según se suele afirmar, en este lugar se produce uno de los mejores cacaos del mundo.
El Cacao de Chuao
El Cacao de Chuao es tan antiguo, que ya era famoso en tiempos coloniales y desde entonces es muy apreciado por los maestros chocolateros del mundo. Según se comenta, los sembradíos del Cacao de Chuao son una tradición de aproximadamente 400 años.
También se suele afirmar que, las mujeres del pueblo son las encargadas de mimar el cacaotal y de los trabajos de recolección y post-cosecha. Las manos habilidosas de estas mujeres conocen el punto exacto en que el cacao está listo en cada una de sus fases.
Vale la pena destacar que, los productores de cacao trabajan de forma autónoma en las primeras fases de la producción y forma colectiva a partir de la cosecha.
Otro dato curioso es que el cacao se seca al sol en la plaza del pueblo.
La Iglesia de la Inmaculada Concepción
Declarada Monumento Histórico Nacional en 1960, la Iglesia de la Inmaculada Concepción es uno de los atractivos turísticos más visitados de la zona. Se construyó entre los años 1772 y 1785 en reemplazo de una antigua capilla.
Vale la pena mencionar que, dentro de esta iglesia reposan imágenes religiosas de gran valor histórico que pertenecieron a la colonia. Además, frente a su fachada se encuentra la plaza donde se realiza desde tiempos inmemoriales el proceso de secado del cacao, tal como ya habíamos comentado anteriormente.
A los turistas siempre los sorprende el hecho de ver las semillas del cacao secándose al sol. De esta manera se demuestra la importancia del cultivo de este fruto para la economía del pueblo.
Al lado de la Iglesia, se encuentra un pequeño museo donde se pueden apreciar muestras del folklore, la artesanía y la cultura popular de Chuao.
Diablos Danzantes de Chuao
Además de su cacao, considerado único en el mundo, Chuao se destaca por su cofradía de diablos danzantes. Esta manifestación folclórica es producto de una vasta tradición multicultural, que reúne el tambor africano, la herencia ancestral indígena y la herencia religiosa.
Esa mezcla de culturas forma un sincretismo que da vida a los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Chuao, una de las 11 cofradías de una manifestación reconocida por la Unesco, como patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los Diablos Danzantes de Chuao, rinden especial homenaje al Santísimo Sacramento en la fiesta central y en la víspera de la celebración del Corpus Christi.
Otros atractivos turísticos
Al tratarse de un pueblo costero es imposible dejar visitar las playas de aguas cristalinas y arena blanca, que adornan la belleza de Chuao. Estas playas se extienden en medio de bahías, las cuales terminan en imponentes montañas.
Además de las playas, existen otros atractivos naturales como ríos, pozos y bosques tropicales. Uno de esos espacios naturales más visitados es el “Chorrerón de Chuao”. Se trata de una hermosa caída de agua de varias decenas de metros que no pasa desapercibida para nadie.
Sin duda, Chuao, con su cacao, sus playas, sus bosques, sus tambores y su gente es uno de esos pueblos mágicos de Latinoamérica y el Caribe que vale la pena visitar.
