En todo el mundo existen aproximadamente unas 30 especies de delfines, algunos viven en el océano mientras que otros viven en los ríos. De todas estas especies, el denominado delfín nariz de botella es el cetáceo más común en cautiverio.
Según expertos, los delfines en cautiverio, aparte de tener un espacio limitado en tanques o jaulas, son separados de su grupo social para siempre, lo que genera traumas emocionales en el delfín capturado.
Además, privar a los delfines de explorar el océano limita considerablemente su sentido sensorial tan altamente desarrollado. De hecho, esta privación se considera uno de los aspectos más dañinos del cautiverio.
Precisamente para generar conciencia sobre el riesgo que representa para los delfines su captura, se celebra el 4 de julio de cada año el Día Mundial de los Delfines en Cautiverio. Su objetivo principal es acabar con la retención de los delfines y lograr el cierre de todos los delfinarios.
La inteligencia de los delfines
Como casi todos sabemos, además de su belleza, los delfines son seres que tienen una gran inteligencia. De hecho, en estudios sobre mamíferos marinos, investigadores han asegurado que el delfín es uno de los animales más inteligentes del planeta.
De acuerdo con expertos científicos, el proceso cognitivo de los delfines es muy parecidos al de los humanos. Sin embargo, estos estudios también afirman que, el cautiverio afecta significativamente su desarrollo y comportamiento.
En este sentido, a través de investigaciones, se ha revelado que al estar en espacios limitados, estos cetáceos pueden sufrir de altos niveles de estrés. De igual forma, se suele afirmar que, el cautiverio ocasiona daños en sus funciones fisiológicas como el apareamiento. Por tal motivo, las investigaciones sugieren que, el cautiverio puede ser una de las causas que genere la desaparición de esta especie.
Asimismo, científicos sostienen que estos cetáceos poseen características físicas muy particulares y especiales. Por lo tanto, no se adaptan al cautiverio, ya que necesitan el océano en todo su esplendor para explorarlo, reproducirse y vivir una vida marina normal.
En su hábitat natural
Según se comenta, estos cetáceos tienen un comportamiento casi humano, siendo capaces de mostrar sentimientos. Además, manifiestan ciertas actitudes que todavía no han podido ser descifradas por el hombre. En este sentido, estudios revelan que cuando los delfines se encuentran en el océano, es decir, su propio terreno, son capaces de realizar verdaderas proezas marinas
Pueden recorrer grandes distancias a una velocidad impresionante. De hecho, se calcula que en un día pueden nadar hasta 100 kilómetros, disfrutando de la libertad que poseen por derecho, al tener una vida acuática.
Por supuesto, dicha libertad se termina cuando son capturados y llevados a espacios reducidos como tanques o piscinas que jamás podrán compararse con el vasto océano.
Vale la pena destacar que, Costa Rica, país latinoamericano, fue la primera nación del mundo en prohibir los delfinarios. Posteriormente, Brasil y otros países se unieron a esta decisión que busca dignificar y salvar la vida de esta importante especie marina.
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