Las cabañuelas representan la antigua tradición de los 12 primeros días del año. Según se comenta, civilizaciones de hace miles de años solían usar un método para pronosticar el clima de todo un año, basándose en los 12 primeros días del mes de enero. El método consiste en observar el cielo y las condiciones meteorológicas de los primeros días del año.
Vale la pena mencionar que, a lo largo de la historia de la humanidad, siempre ha existido la necesidad de predecir el clima. Algo para nada extraño, considerando que, el conocimiento del clima en cada época del año, permite saber cuál será la mejor época para la siembra.
En la actualidad, algunas comunidades –principalmente agrícolas- tanto de España como de América Latina, hacen uso de las cabañuelas para saber cómo vestirse, qué rutas deben tomar y entre otras cosas hacia dónde viajar, dependiendo de los factores meteorológicos.
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Origen de las cabañuelas
El origen de las cabañuelas, se remonta a la denominada “fiesta de los tabernáculos” o “fiesta de las cabañas”, una tradición judía que posteriormente fue adoptada por España.
Historiadores afirman que, esta práctica se realiza desde hace aproximadamente 35 mil años antes de Cristo. Las predicciones se hacían con base en la Luna, lo que permitió al hombre poder cazar y pescar de acuerdo a las condiciones climatológicas.
También se dice que, “la fiesta de los tabernáculos” rememora las vicisitudes que atravesó el pueblo judío durante su paso por el desierto. En su transitar, los judíos solían a vivir en cabañas y practicaban rituales con los que predecían el clima de los días por venir.
En este sentido, se cree que, las cabañuelas surgieron en España a raíz de la “fiesta de los tabernáculos”, en la que los judíos recordaban los 40 años en que su pueblo caminó por el desierto del Sinaí en busca de la Tierra Prometida. Dicho festejo, incluía ritos en los que predecían el tiempo.
Las cabañuelas en América Latina
No resultaría extraño, que la tradición de las cabañuelas haya llegado a América Latina con la colonización española. Sin embargo, se dice que, pueblos originarios precolombinos ya usaban este método para predecir los fenómenos climáticos.
Por ejemplo, se suele afirmar que, los mayas y los aztecas, usaban un calendario de 18 meses con 20 días cada uno. Para ambas civilizaciones, los primeros 18 días de enero eran clave para determinar cómo sería cada uno de los meses del año.
Con la adaptación del calendario de 12 meses, algunas comunidades indígenas y agrícolas mantuvieron el ritual de las cabañuelas para estudiar los cambios climáticos, pero ahora lo hacían durante los 12 primeros días de enero. Este método les indicaba que, si por ejemplo el día 10 de enero llovía o hacía frío, el mes número 10 (octubre), sería un mes lluvioso o de mucho frío.
Para algunos campesinos, sigue siendo una una prioridad llevar la lectura de las cabañuelas, ya que de esta manera predicen los meses de lluvias y sequías. Para realizar esta práctica, los campesinos llevan una bitácora del clima de cada día de enero, donde anotan las características del cielo, la temperatura, el viento y después lo relacionan con los meses del año.
Según se suele afirmar, debido al saboteo del cambio climático que en los últimos años ha modificado los resultados de las cabañuelas, esta tradición se ha ido perdiendo.
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Ritual de los 12 días de enero
Además del tema de las cabañuelas, algunas personas aprovechan los 12 primeros días del año para realizar un ritual que les garantice prosperidad todo el año. Mientras algunos lo toman como un simple entretenimiento de comienzo de año, para otros, el ritual es cosa seria.
Sin embargo, muchos expertos aseguran que realizar esta actividad no es una ciencia exacta para predecir lo que sucederá durante todo el año.
De todos modos, se trata de un ejercicio bastante sencillo, así que lo dejamos por aquí por si alguno de nuestros lectores está interesado en hacerlo:
El primer paso es anotar en una libreta todo lo que sucede durante el día, por los primeros 12 días del año. Se recomienda anotar detalladamente todo lo que suceda como por ejemplo: hora puntual de cada acontecimiento, encuentros familiares, momentos con amigos, dolencias físicas, sorpresas, dinero, o cualquier otro hecho que ocurra.
Al culminar enero, en una hoja nueva, se deben anotar las cosas más sobresalientes que suceden en el nuevo mes. Se debe usar una hoja nueva para cada mes del año.
Cuando llegue el mes de diciembre, compara las listas para verificar si coincide con las anotaciones de los 12 primeros días del mes de enero.
Ya sea que funcione o no, lo más recomendable para los que decidan hacer este ritual, es que se lo tomen con mucha diversión y eviten cualquier sensación de obsesionarse con este ejercicio.
También te invitamos a leer nuestro post “Bebidas Navideñas Tradicionales de Latinoamérica”.
