David Alfaro Siqueiros fue un reconocido artista, que de hecho, forma parte de los 3 grandes del muralismo mexicano, junto a los destacados Diego Rivera y José Clemente Orozco. Siqueiros combinó su talento artístico con su compromiso político y social. Por lo tanto, la gran mayoría de sus obras tienen un contenido político, que por lo general, hace un llamado a la reflexión sobre las injusticias sociales.
Precisamente por su activismo político en contra del gobierno de Porfirio Díaz, el artista mexicano estuvo preso en varias ocasiones. Sin embargo, su lucha política sirvió de inspiración para renovar los cánones de la pintura mexicana.
Nació el 29 de diciembre de 1898 y su verdadero nombre era José de Jesús Alfaro Siqueiros. A partir de los años 20 fue presentado en el mundo artístico como David por su entonces pareja, la artista Graciela Amador Gachita. “La marcha de la humanidad”, “El llamado a la libertad”, “Entierro del obrero sacrificado” y “Muerte al invasor”, son algunos de los murales más emblemáticos de David Alfaro Siqueiros.
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Primeros pincelazos de Siqueiros
Siendo todavía un niño, Siqueiros, despertó su interés por el arte y dio sus primeros pincelazos en 1907, cuando pintó una réplica de la Virgen de la Silla del reconocido pintor italiano Rafael. En 1911, comenzó a estudiar arquitectura en la Escuela Nacional Preparatoria. Paralelamente, recibió clases nocturnas en la Academia San Carlos (Escuela Nacional de Bellas Artes).
Años más tarde, durante el gobierno de Álvaro Obregón, se promovió el arte público al servicio de la nación y la idea captó a toda una generación de artistas entre los que se encontraba Siqueiros.
En 1919, viajó a París, donde conoció a Diego Rivera y luego, se fue a Italia, donde estudió a los grandes maestros del Renacimiento y el barroco. Posteriormente, obtuvo una beca para estudiar en España.
En 1921, publicó el texto titulado “Tres llamados a los artistas plásticos de América” para la revista Vida americana. Dicho texto fue el primero de muchos escritos teóricos, ideológicos y estéticos que forjaron su trayectoria artística y política.
Su activismo político
Vale la pena destacar que, también desarrolló su activismo político desde muy joven, participando por primera vez en una huelga en contra de los métodos de enseñanza de la academia. En aquella ocasión, el pintor mexicano fue detenido por apedrear al director de la academia.
Además, hay que mencionar que, al igual que otros muralistas, David Alfaro Siqueiros, militó en el Partido Comunista de México (PCM). Tras su militancia en este partido, el gobierno frenó el financiamiento a los proyectos murales, lo que llevó a Siqueiros y a varios de sus colegas a vivir en situación de precariedad.
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Algunas obras de Siqueiros
Indudablemente, David Alfaro Siqueiros fue una figura clave para el denominado muralismo mexicano. Con su inusual creatividad para la época, el pintor cambió las viejas técnicas pictóricas con el uso de nuevos medios y técnicas de expresión.
Los elementos (1922)
Fue el primer mural de David Alfaro Siqueiros y se trató de un encargo del gobierno, que había convocado a varios artistas para que decoraran la Escuela Nacional Preparatoria. El mural delata la influencia del arte bizantino-renacentista.
Tríptico La nueva democracia (1945)
Sin lugar a dudas, esta es una de las obras más conocidas de Siqueiros, que fue ejecutada sobre un muro exento. En la obra, el panel central es flanqueado a la izquierda por la escena Víctimas de la guerra y a la derecha, por Víctimas del fascismo. Para este trabajo, el artista usó la denominada poliangularidad, por lo que aprovechó los diferentes ángulos de visión dentro del recinto.
Del porfirismo a la revolución (1957-1966)
Fue un encargo para el Museo Nacional de Historia y se trata de una obra que ocupa todas las paredes del espacio con diversas escenas de la historia de México.
La marcha de la humanidad (Polyforum Siqueiros, 1965-1971)
Una obra de sus obras cumbres es evidentemente el conjunto mural del Polyforum Siqueiros. De hecho, muchos críticos de arte la consideran la obra mural más grande del mundo. En este trabajo, el pintor expresa su convicción política y su idea de la marcha de la humanidad hacia la libertad plena.
El legado de Siqueiros
David Alfaro Siqueiros falleció en Cuernavaca, Morelos, México, el 6 de enero de 1974. Un poco más de 20 días antes de morir, el artista donó su casa en Polanco, Ciudad de México, a los mexicanos para que esta se mantuviera como espacio para el arte.
Además de su obra, que se puede apreciar dentro y fuera de México, Siqueiros permanece en la historia del muralismo mexicano como un férreo defensor y promotor de los valores políticos y el arte público, verdaderamente democrático.
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