Luis Mariano Rivera es sin duda, uno de los más destacados cultures venezolanos. Cantor, compositor, poeta y dramaturgo, cuya carrera artística comenzó a una edad bastante adulta. Sin embargo, su talento lo convirtió en uno de los artistas más queridos dentro y fuera de Venezuela.
En su recorrido por el mundo del arte, Luis Mariano Rivera, escribió obras de teatro, poesía y canciones que son parte importante del folklor venezolano. “Canchunchú florido”, “La Guácara”, “Mi comay Juana María” y “Juana Francisca” son algunas de las creaciones de este gran artista. Dichas canciones se han hecho populares en la música tradicional venezolana y han recorrido varios rincones del mundo.
Orígenes de Luis Mariano Rivera
El 19 de agosto del año 1906, en el Valle de Canchunchú Florido, cerca de Carúpano, Estado Sucre, Venezuela, nació Luis Mariano Rivera. Criado en el campo y huérfano de madre desde muy niño, tuvo que abandonar la escuela para asumir la siembra del conuco y poder sustentar a su familia.
A los 7 años aprendió a tocar el cuatro, y se la pasaba tarareando fragmentos de canciones. A pesar de tener una infancia dura, el joven Luis Mariano creció con el amor por el campo y la sencillez de la vida. Ese amor por la naturaleza, sería la inspiración que años más tarde, lo convertiría en uno de los más grandes exponentes de la música y el folklor venezolano.
A los 38 años, luego que un niño le corrigiera una palabra mal escrita, reflexionó y comenzó a estudiar. A esa edad, aprendió a leer y a escribir.
En una ocasión, el propio Luis Mariano comentó lo siguiente: “Después de viejo, que logré meter un poco de luz a mi pensamiento, comencé a recordar aquellas vivencias de infancia. Logré plasmarlas con la misma sencillez de mis recuerdos”.
Alma campesina
En 1954, a los 48 años, Luis Mariano Rivera, funda su primera agrupación musical con el nombre “Alma campesina”. La agrupación, la integraron hombres y mujeres del campo, acostumbrados a la vida del conuco y el fogón. Todos fueron formados por el mismo Luis Mariano, quien además componía las canciones.
Siempre le cantaba al campo, a la alegría, a la tristeza, a lo cotidiano y lo sencillo, en poco tiempo se hizo popular. Una de sus primeras canciones fue “Canchunchó Florido”, un canto a su tierra natal, que ha sido versionada por reconocidos artistas. Entre los intérpretes de este tema, destacan el Quinteto Contrapunto y el también sucrense Gualberto Ibarreto.
Otras canciones que se hicieron ampliamente populares son: “Cerecita”, “El mango”, “El sancocho” y “Lucerito”.
Además de Gualberto Ibarreto y el Quinteto Contrapunto, las canciones de Luis Mariano han sido interpretadas por grandes artistas como Simón Díaz y Cecilia Todd. Del mismo modo, la agrupación venezolana Serenata Guayanesa y la Orquesta Filarmónica de Londres también han entonado temas de este cantor popular.
El premio más grande: el amor de su pueblo
El cantor de Canchunchú, como también se le conoce, siempre se preocupó por la conservación y arraigo de la cultura popular venezolana. Gracias a su notoria labor de protector y difusor del acervo cultural de Venezuela, este gran artista recibió numerosos reconocimientos, premios y distinciones.
Fue merecedor de las Órdenes “Francisco de Miranda”, “Andrés Bello y “Antonio José de Sucre”, en sus primera clase. Además recibió un Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad de Oriente (UDO).
Sin embargo, para Luis Mariano, el premio más grande fue el amor de su pueblo. “La riqueza más grande para un ser humano es lograr ser querido por el pueblo. Ese, no hay más, es el único tesoro que poseo y me siento feliz”, aseguró el artista en una entrevista.
El 15 de abril de 1994, gracias a su destacada obra artística, Luis Mariano Rivera fue declarado Patrimonio Cultural Viviente del estado Sucre. Del mismo modo, tanto el Ateneo de Carúpano, como el Teatro de Cumaná (ambas ciudades del estado Sucre) llevan el nombre de Luis Mariano Rivera en su honor.
Después de una larga vida, llena de campo, música popular, poesía y cultura, el 15 de marzo de 2002, Luis Mariano Rivera falleció en Carúpano a sus 95 años. Fue conocido como un músico autodidacta y un hombre de pocas palabras, pero de gran sensibilidad.
Su huella imborrable, quedó plasmada en un legado cultural que indudablemente refleja el sentimiento popular venezolano.
Excelente, gracias
Gracias Beatriz por tu contacto. Estamos a abiertos a sugerencias con temas que desees ver publicados acordes con nuestro perfil editorial. Bendiciones.