El Día de los Muertos, también conocido como Día de todos los Santos o Día de los Finados, es una celebración de varios países latinoamericanos. Sin embargo, uno de los países donde más se celebra es México. En la tierra del mariachi, el Día de los Muertos se considera una fiesta nacional donde casi todos los mexicanos festejan con banquetes y adornos a sus parientes muertos.
Tanto en México como en la mayoría de los países latinoamericanos, el Día de los Muertos se celebra el 1 y 2 de noviembre. Se suele afirmar que, esta festividad es una tradición milenaria que data de tiempos precolombinos. Las culturas indígenas hacían rituales para rendir culto a la muerte y a sus dioses. Luego que los españoles invadieron buena parte del continente americano, la celebración del Día de los Muertos -un ritual netamente indígena- se mezcló con la religión católica.
En este post, celebramos el Día de los Muertos contando algunas leyendas de personajes considerados espantos (fantasmas), que han surgido por toda Latinoamérica.
La Llorona
Quizás la leyenda latinoamericana más famosa de espíritus y apariciones sea la de la Llorona. Una mujer que recorre toda la región con un profundo dolor. Al ser una leyenda que se extiende por toda América Latina, es normal que existan varias versiones. Sin embargo, en lo que todas las versiones coinciden, es que esta mujer asesinó a sus hijos porque la abandonó su esposo.
Luego de matar a los niños, la mujer comenzó a vagar por las calles llorando desconsoladamente y preguntando con voz temblorosa y tenebrosa “¿Dónde están mis hijos?”. Según suele afirmarse, algunas personas han escuchado el lloriqueo de la mujer preguntando por sus hijos.
Dicen que esta historia se originó en un pueblito de México, país donde esta leyenda tiene una tradición muy fuerte y hasta una canción. A la Llorona, la asocian con una hermosa joven mestiza que se enamoró de un capitán español de la época de la conquista. El capitán la dejó con 2 hijos todavía pequeños y en venganza decidió matar a los niños con un puñal.
También se comenta que su alma va penando por toda Latinoamérica para llevarse a los hombres infieles.
El Sombrerón
A través de cuentos, tanto las leyendas latinoamericanas como sus personajes van evolucionando y modificando su historia. El Sombrerón, es una de esas tantas leyendas de la cual se han creado varias versiones.
Según un libro de leyendas escrito en Guatemala, un día una pelota cayó fuera de un convento, un niño fue tras la pelota y de repente un sombrero negro se abrió sobre la cabeza del niño. Dicen que era el sobrero del demonio.
En Guatemala, tienen la creencia que el Sombrerón era un duende de sombrero grande que se enamoró perdidamente de una hermosa chica. Por supuesto, los padres de la joven no permitieron aquella unión y la encerraron en un convento. Esto llevó al Sombrerón a vagar eternamente por las calles. Algunos guatemaltecos aseguran haber sido asustados por una figura de sombrero enorme.
Por su parte en Colombia, el Sombrerón es un hombre corpulento que se desplaza en una mula y va acompañado de 2 perros negros.
La Ciguapa
La Ciguapa es un tema de finales de los 90 del reconocido músico y compositor dominicano Chichi Peralta, que fue muy popular en toda Latinoamérica. Pero además, La Ciguapa es la protagonista de una las leyendas de espantos más famosas de República Dominicana.
Según se comenta, es una mujer salvaje que vive en las montañas y embruja a los hombres con su belleza cautivadora. También se dice que es una morena de ojos negros y rasgados y de cabello suave y tan largo que lo usa como vestimenta. Otra peculiaridad de la Ciguapa, es que tiene los pies al revés.
Al igual que la gran mayoría de los espantos, la leyenda de la Ciguapa cuenta que, esta mujer sale por las noches y recorre las montañas y los bosques. Además de buscar alimentos, la Ciguapa, busca a caminantes perdidos en medio de la noche para embrujarlos, seducirlos y asesinarlos.
El Silbón
Uno de los tantos personajes de espantos venezolanos –y sin duda uno de los más conocidos- es el Silbón. Se trata de un alma en pena que vaga eternamente por los llanos de Venezuela. También se dice que lo han visto por los llanos colombianos. Quienes han confirmado su presencia, aseguran que es un hombre demasiado alto y demasiado flaco que lleva una bolsa donde guarda los huesos de su padre y de las víctimas que se cruzan en su camino.
El Silbón, tiene la costumbre de anunciar su llegada con anterioridad, esto puede pasar a cualquier hora y en cualquier lugar. Un silbido peculiar que entona las 7 notas musicales (do, re, mi, fa, sol, la, si) avisa que el espanto está por venir.
Lo más curioso del caso, es que si el silbido se escucha cerca, el silbón está todavía lejos, pero si el sonido se escucha a lo lejos, significa que la criatura está demasiado cerca. En ocasiones, también suele escucharse el crujir de los huesos de sus víctimas. En cualquiera de los casos, los conocedores del tema aseguran que la muerte es lo único que le espera al que escucha tanto el silbido a lo lejos, como el crujir de los huesos.
Según la leyenda, antes de convertirse en el Silbón, el espanto era un joven campesino que vio a su padre maltratando a su mujer por considerarla una mujerzuela. Indignado al ver aquella escena, el muchacho se enfrentó en una pelea a muerte con su padre, matando a su progenitor. Posteriormente, el abuelo del muchacho lo amarró a un árbol para darle latigazos como castigo y lo maldijo condenándolo a vagar con los huesos de su padre por toda la eternidad.
El Yacuruna
En la Amazonía peruana, habita el Yacuruna, un dios de la mitología Amazónica que en lenguaje quechua quiere decir “hombre de agua”. Se dice que es un viajero nocturno que recorre ríos y lagos y se la pasa montado sobre un enorme cocodrilo negro y usa una boa (serpiente) de collar.
De acuerdo con quienes afirman haberlo visto, su apariencia es la de un humano muy bello que encanta las jovencitas de la región para llevarlas a su reino bajo el agua. Una historia muy popular, cuenta que una joven que solía bañarse en el río, un día no regresó, el pueblo comenzó a buscarla y nunca la encontró. Algunos lugareños pensaron que se había ahogado en el río. Sin embargo, muchos otros atribuyeron la desaparición de la muchacha a los encantos del Yacuruna.
Tiempos después, un grupo de jóvenes que se bañaban en el río vieron a lo lejos a unas jóvenes de extraña apariencia que rodeaban a un ser con forma de hombre lagarto. Según se comenta, entre las muchachas que acompañaban a la criatura había una muy parecida a la joven que se había perdido. La muchacha los observó con extrañeza y siguió sirviendo al Yacuruna.
Estas son tan sólo algunas de las leyendas de espantos más conocidas en Latinoamérica, que sin duda ha recorrido toda la región. Si conoces otros personajes de espantos latinoamericanos, recuerda contar tu experiencia en los comentarios.
Además, te invitamos a leer nuestro post “El día que los muertos celebran la vida”.