El lenguaje de señas es una de las tantas maneras de comunicación que existen entre los seres humanos. Un gesto con las manos, un guiño de ojos o una simple mirada pueden ser señales que indiquen algo.
Pero por lo general, el lenguaje de señas es usado por las personas que padecen hipoacusia, enfermedad también conocida como sordera. Esta enfermedad consiste en la incapacidad de percibir parcial o completamente los sonidos de nuestro entorno, dificultando la interacción con otras personas.
Según estadísticas, en todo el mundo existen más 400 millones de personas que presentan algún tipo de sordera. En este sentido, la Organización de Naciones Unidas (ONU), calcula que para el 2050 alrededor de 900 millones de personas padecerán de alguna incapacidad auditiva.
Pero más allá de estas cifras, lo que hay que tener claro es que las personas con hipoacusia –sean muchas o pocas- forman parte de esta sociedad. Por tal motivo tienen derecho a ser aceptadas e incluidas en el entorno social.
Precisamente para promover esa inclusión social, se celebra el 23 de septiembre de cada año el Día Internacional de las Lenguas de Señas.
Un poco de historia sobre este día
El Día Internacional de las Lenguas de Señas se celebró por primera vez el 23 de septiembre del año 2018. Fue proclamado un año antes por la ONU para conmemorar la creación de la Federación Mundial del Sordo en 1951.
En la actualidad, esta federación ostenta el carácter de órgano consultivo de las Naciones Unidas y máxima autoridad mundial para la defensa de los derechos e intereses de las personas con disfunción auditiva.
Vale la pena destacar que, esta efeméride forma parte de la Semana Internacional de la Persona Sorda, que se celebra la última semana de septiembre. Por supuesto, el propósito fundamental de este día es procurar la inclusión social de los usuarios del lenguaje de señas. Además, esta iniciativa busca velar los derechos humanos de esta comunidad, que se inscribe dentro de los planteamientos de empoderamiento femenino y eliminación de las desigualdades. Dichos planteamientos están fijados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
¿Por qué deberíamos aprender el lenguaje de señas?
Según suele afirmarse, el aprendizaje de este lenguaje no tiene mucha dificultad ya que se basa en la utilización de manos y gestos para comunicar. Por supuesto, como cualquier idioma extranjero, para dominar el lenguaje de señas es necesaria la práctica constante.
Para muchas personas, el lenguaje de señas es la única manera de interactuar con el mundo. Las razones pueden ser varias, algún defecto de nacimiento, un accidente o malformaciones congénitas que les impiden tener una capacidad auditiva como el resto de la población.
En este sentido, aprender este lenguaje basado en el uso de manos y gestos ayudaría a generar un mundo más incluyente. Además del tema de la inclusión, interactuar con personas que padecen algún tipo de sordera a través del lenguaje de señas amplía nuestro círculo de amistades y nos da otra perspectiva del mundo.
Otro aspecto destacable del lenguaje de señas es que nos enseña a “escuchar” a través de la observación. De esta manera, podemos conocer mejor a nuestro interlocutor e identificar estados de ánimo, grados de sinceridad de lo que se está expresando e incluso sentimientos.
Expertos aseguran que, el lenguaje de señas puede ser una excelente herramienta para los niños que todavía no han aprendido a hablar. Esto se debe a que a los infantes les gusta imitar a los demás y a que desarrollan sus habilidades motoras más rápido que su capacidad de hablar. De acuerdo con un estudio de un especialista en desarrollo infantil, los bebés con padres sordos se comunican con ellos a una edad mucho más temprana que los hijos de padres sin problemas de audición.
Signmark el rapero sordo
Marko es un finlandés que nació sordo y en una familia en la que casi todos son sordos. Sin embargo, esta condición no fue impedimento para que este joven se convirtiera probablemente en el rapero sordo más famoso del mundo.
Desde muy niño Marko mostró gran interés por la música y le gustaba cantar villancicos en lenguaje de señas. Posteriormente, pasó de interpretar villancicos a interpretar a sus cantantes favoritos como Michael Jackson, Public Enemies y AC/DC.
Aunque algunos miembros de su familia no lo apoyaron al principio, Marko comenzó a componer su propia música en 2004 y 2 años más tarde creó el grupo Signmark.
Desde entonces, se ha dedicado a crear e interpretar música que promueva la inclusión social. En los conciertos, mientras un cantante le da voz a sus canciones, Marko se dedica a interpretarlas a través de manos y gestos.
A lo largo de su carrera musical, ha recibido numerosos premios, siendo uno de ellos el de los Diez Jóvenes Excepcionales del Mundo en 2009.
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