Bolivia, país indígena por excelencia que aunque no tenga salida al mar tiene otros encantos naturales para ofrecer a sus visitantes. En esta oportunidad, en nuestra serie “Países de Latinoamérica y el Caribe” resaltaremos los paisajes coloridos, un poco de historia y otras bondades de este país suramericano.
Al ser un país con gran biodiversidad, Bolivia ofrece muchos espacios para el contacto con la Pachamama, es decir, con la naturaleza. Su cultura está bien marcada e influenciada por las civilizaciones indígenas, que poblaron el territorio boliviano hace millones de años. Por supuesto, la influencia de colonia española también está presente en Bolivia, mezclándose con las tradiciones originarias.
La Cultura Tiahuanaco
El territorio del actual Estado Plurinacional de Bolivia –como su nombre oficial lo indica- estuvo habitado desde aproximadamente el siglo XII antes Cristo. Este hecho se evidencia en el Yacimiento de Viscachani, ubicado en el departamento de La Paz.
Una de las culturas más resaltantes de la época prehispánica fue la Tiahuanaco, que según estimaciones tenía una población de unos 50 mil habitantes. Esta civilización, construyó grandes obras de arquitectura que aún se conservan y trabajó en cerámica, plata, cobre y obsidiana (lava fundida y enfriada rápidamente).
Los indígenas Tiahuanaco, formaron un imperio que se expandió más allá del territorio boliviano, conquistando parte de los actuales Argentina, Chile y Perú. Posteriormente, el imperio se desintegró y se crearon pequeñas civilizaciones donde predominaba el idioma aimara, una de las lenguas indígenas más habladas en Bolivia actualmente. Pero a partir del singlo XV, el territorio boliviano fue invadido por el imperio Incaico, que dominó buena parte de Suramérica hasta la llegada de los españoles.
Tiempos de la colonia en Bolivia
A partir del año 1538, los españoles comenzaron a fundar ciudades en Bolivia, tales como Chuquisaca, La Paz, Cochabamba y Oruro. En 1545, descubrieron plata en la ciudad de Potosí y obligaron a los pueblos originarios a extraer este mineral. Al no resistir el trabajo forzado, miles de indígenas murieron en las minas de plata, mientras otro gran lote perdió la vida a cusa de las enfermedades europeas.
En 1780, cansados de tanta opresión, los indígenas bolivianos se rebelaron contra el imperio español, sin embargo en dos años la gran rebelión fue derrotada.
Revolución de Chuquisaca e independencia de Bolivia
Luego que Pepe Botella (José Bonaparte, hermano de Napoleón), asumiera el reinado de España en 1808, en Suramérica surgieron nuevos alzamientos independentistas. Por supuesto, Bolivia no se quedó atrás y el 25 de mayo de 1809 se desata la denominada Revolución de Chuquisaca.
El movimiento que surgió en la ciudad de Chuquisaca, se extendió por todo el actual territorio boliviano, convirtiéndose en un fuerza indetenible. Mientras tanto, naciones soberanas e independientes iban naciendo en América del Sur, hasta que el 6 de agosto de 1825 Bolivia logra liberarse del imperio español.
Vale la pena mencionar que, antes de la independencia el territorio boliviano era conocido como el Alto Perú. En honor a Simón Bolívar, héroe de la independencia de Bolivia y otras naciones suramericanas, la nueva nación fue nombrada República de Bolívar. Años más tarde el nombre fue cambiado a República de Bolivia.
El Gran Mariscal de Ayacucho, el venezolano Antonio José de Sucre, quien con su campaña libertadora independizó a Bolivia, se convirtió en el primer presidente de esta nación.
A lo largo de su historia como país independiente, Bolivia ha enfrentado diversos conflictos tanto internos como con países vecinos. Además, en algunas ocasiones ha perdido parte de su territorio debido a estos conflictos. Un ejemplo de ello, es la denominada Guerra del Pacifico ocurrida entre 1979 y 1884, donde Bolivia se enfrentó con Chile. Se suele afirmar que, tras perder la batalla ante los chilenos, los bolivianos perdieron 120 mil kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa, quedando sin salida al mar.
Las mayores reservas de Litio
Actualmente Bolivia cuenta con un estimado de 21 millones de toneladas de litio, lo que lo convierte en el mayor depósito de este componente en el mundo. Esta característica, hace de Bolivia un país atractivo para las grandes industrias de tecnología.
Para los pocos que quizás no lo sepan, el litio es uno de los minerales claves usado para baterías de celulares, laptops y vehículos eléctricos entre otras máquinas.
El Salar de Uyuni
El Salar de Uyuni, es uno de los tantos encantos turísticos que Bolivia ofrece a sus visitantes. Se trata del desierto de sal más grande del mundo con aproximadamente unos 10 mil 582 kilómetros cuadrados de superficie. Además, es precisamente en este salar donde se encuentra la mayor reserva de litio a nivel mundial. El Salar de Uyuni, está ubicado en el departamento de Potosí al sur del país y forma parte del altiplano boliviano.
El lago Titicaca
Otro de los principales atractivos de Bolivia es el hermoso lago Titicaca, considerado el segundo lago más grande del mundo el cual es compartido con Perú. El azul profundo de las aguas y las impresionantes nevadas captan la atención de los turistas.
Reserva nacional Eduardo Avaroa
La reserva nacional de fauna andina Eduardo Avaroa, es sin duda otro de los destinos bolivianos que sorprenden por sus escenarios naturales. En esta reserva de más de 700 mil hectáreas ubicada entre las montañas andinas, se esconden volcanes en erupción, fuentes termales, y lagunas de diferentes colores. Entre ellas destacan la Laguna Colorada, con su impresionante coloración roja adquirida por la pigmentación de las algas y la Laguna Verde, a los pies del Volcán Licancabur, con un hermoso tono verde esmeralda.
El Carnaval de Oruro
Una de las fiestas más populares y folclóricas de todo el año para los bolivianos es la del carnaval de la ciudad de Oruro. Dicho evento, fue declarado por la ONU obra maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Esta celebración, reúne más 300 mil personas entre locales y extranjeros y rinde homenaje a la virgen de Socavón. Además, el carnaval destaca por su variedad de danzas, trajes típicos y el acostumbrado uso de máscaras tradicionales.
El principal evento de esta festividad es la denominada Diablada, un baile que representa la lucha entre el bien y el mal, donde el arcángel San Miguel lucha contra varias figuras malignas.
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