Teletrabajo, una palabra cada vez más común en Latinoamérica y el resto del mundo. Cada vez son más los que se suman al también llamado trabajo remoto, una modalidad que no requiere hacer presencia en una oficina o empresa. Aunque esto no es nada nuevo, el boom del teletrabajo se ha disparado desde hace unos cuantos años atrás. Por supuesto, la situación de pandemia mundial también ha colaborado con el incremento del teletrabajo, que en Latinoamérica se hace cada vez más frecuente.
Este fenómeno, está relacionado directamente como las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y el internet. A través de estas herramientas tecnológicas cada vez más avanzadas, se expande la posibilidad de trabajar desde casa o cualquier otro lugar que no sea el sitio de trabajo.
El teletrabajo, es ideal sobe todo para aquellas personas que no les gusta socializar en una oficina de trabajo. Sin embargo, por cómo se está moviendo el mundo pareciera que esta modalidad laboral terminará por absorbernos a todos o por lo menos a casi todos.
¿De qué va esto del teletrabajo?
Como ya habíamos mencionado, el teletrabajo es simplemente trabajar desde casa o desde cualquier otro lugar que no sea el sitio de trabajo. Consiste en realizar una labor a través una computadora, el cual es entregado por las vías digitales y por supuesto es remunerado. La comunicación entre la empresa y el trabajador juega un papel importante a la hora de hacer teletrabajo, debido a que garantiza mayor eficiencia en la tarea asignada.
Origen del teletrabajo
Bajo el lema de “llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo” nació en los Estados Unidos de los años 70 el teletrabajo. En medio de la crisis del petróleo, el físico estadounidense Jack Nilles, considerado el padre del teletrabajo, creó el concepto de “telecommuting”. Esto, no era otra cosa que el trabajo remoto.
En aquellos años la tecnología no estaba tan desarrollada como ahora, por lo que la implementación del teletrabajo no fue algo masivo. Pero con los avances tecnológicos de las décadas siguientes y la difusión del internet, se expandió la posibilidad del teletrabajo.
El teletrabajo en Latinoamérica
En Latinoamérica, el hecho de trabajar desde el lugar que se desee y las horas que se desee resulta cada vez más atractivo. A raíz del distanciamiento social provocado por el Covid-19, muchas personas perdieron su empleo, lo que impulsó un incremento del trabajo remoto en América Latina. Bien sea para trabajar como freelance o cumpliendo un horario de trabajo desde casa, año tras año millones de latinoamericanos se han sumado a esta modalidad laboral.
De acuerdo con estudios realizados por empresas consultoras, para este 2021 más del 60% de las empresas latinoamericanas considera implementar el teletrabajo de manera definitiva. El objetivo principal es evitar la propagación del virus. Según las estadísticas, Colombia es el país que encabeza con un 74% la migración al trabajo remoto, seguido de Chile con una 71% y Perú con 68%. Sin embargo, esta realidad abarca a todos los países de la región.
Vale la pena destacar que, por más que sea una realidad que ya se está aplicando en varios sectores, hace falta una mayor inversión en infraestructura digital. Muchas empresas están acelerando este proceso de mejora en plataformas digitales, mientras que otras van un poco más lento.
Tipos de teletrabajo
Por lo general, existen 3 tipos de teletrabajo aplicados por empresas y trabajadores remotos, estos son:
Domiciliario: es uno de los más comunes, el cual consiste en laborar desde casa.
Móvil: aplicado por algunas empresas que, permiten al trabajador laborar unos días en casa y otros en el lugar de trabajo.
Telecentro: algunas empresas destinan una oficina para que los empleados realicen sus actividades laborales, fuera de la oficina central.
Algunos de los trabajos remotos más comunes son los de programadores, redactores, traductores y vendedores digitales que por lo general necesitan hacer presencia en una empresa.
Bondades del teletrabajo
Entre muchas de las bondades del teletrabajo, destaca que se le permite al trabajador equilibrar sus actividades personales y profesionales a través de las tecnologías. Además, se optimiza el tiempo de producción y no se invierte tiempo ni dinero en traslado hacia el sitio de trabajo.
También es beneficioso para la empresa, ya que reduce costos de oficina y otros recursos. Se dice que, el teletrabajo puede mejorar el rendimiento y la calidad de vida del empleado, siempre y cuando no haya un exceso de horas trabajadas.
Si tienes experiencia en teletrabajo, comparte tus recomendaciones en nuestra sección de comentarios. De igual forma, te invitamos a leer nuestro post “Aruba, la isla de la felicidad”.