El elefante es uno de los mamíferos más grandes del mundo. Pero más allá de su gran tamaño, de esta especie destaca su excelente memoria, su hábito de dispersar semillas, su afecto y su gran cerebro. Sin duda, una especie digna de preservar y cuidar.
Precisamente para concienciar sobre la delicada situación de estos grandes mamíferos, se celebra el 12 de agosto de cada año el Día Mundial del Elefante. La iniciativa la impulsó la Fundación para la Reintroducción de los Elefantes. La finalidad es evitar la extinción de esta especie, cuya población ha disminuido más del 60% en los últimos años.
Según suele afirmarse, a inicios del siglo pasado existían aproximadamente 5 millones de elefantes sólo en África. En la actualidad, se estima una población de unos 600 mil ejemplares en todo el mundo. La principal causa de la disminución de esta especie se le atribuye al comercio ilegal de marfil o colmillo del elefante.
Importancia del elefante para el planeta
Como dispersores de semillas, los elefantes juegan un papel importantísimo en la conservación del ecosistema. Gracias a su dieta altamente frugívora (consumo de frutas), los elefantes transportan las semillas en su estómago y luego las sueltan a través de sus excrementos.
Según estudios, existen algunas especies de plantas que dependen únicamente de los elefantes para la dispersión de sus semillas. En Uganda, por ejemplo, una planta llamada Balanites Wilson es completamente dependiente de los elefantes para consumir y dispersar sus semillas. Esto se debe a que no existen otros animales que realicen esta función. Gracias a este hábito de dispersar semillas a grandes distancias, a los elefantes se les atribuye la capacidad de rejuvenecer los hábitats del planeta.
Por otro lado, el estiércol de elefante también es importante para la conservación del planeta. Después que los elefantes dispersan las semillas, el estiércol proporciona el entorno adecuado para que dichas semillas puedan crecer. Según se comenta, es común encontrar hongos que crecen en estiércol de elefante, ya que este proporciona un entorno ideal.
Además, el estiércol de elefante es considerado rico en minerales y muy fibroso debido al tipo de alimentación de esta especie. Por lo tanto, el estiércol de elefante proporciona nutrientes a los suelos, actuando como fertilizante. También proporciona una fuente importante de alimento para otras especies que consumen estiércol de elefante.
Otras de las bondades de estos mamíferos, es que les proporcionan la oportunidad a otros animales para que se alimenten de frutas. Algunos elefantes pueden casi pararse en puntas de pie, lo que les permite alcanzar altísimas ramas, ricas en proteínas. Al hacer esta hazaña, una serie de ramas con frutas nutritivas caen al suelo y son aprovechadas por jabalíes y babuinos entre otras especies de la vida silvestre.
Una especie en peligro de extinción
Lamentablemente, los elefantes asiáticos y africanos se enfrentan a drásticos descensos de su población. Además del comercio ilegal de marfil, otra de las razones es la pérdida y fragmentación del hábitat.
A nivel mundial, el número de elefantes prácticamente se ha desplomado en el último siglo. Vale la pena mencionar que, de llegar a extinguirse esta especie, constituiría una tragedia para toda la humanidad y sus efectos serían perjudiciales en todo el ecosistema.
La importancia del elefante en la religión
Quizás sea por su gran tamaño o por sus otras cualidades. Lo cierto es que, los elefantes son venerados en las religiones. En el budismo, se cree que Buda ha reencarnado varias veces en elefantes blancos.
Por otro lado en el hinduismo, Ganesha es uno de los dioses más conocidos, tiene cuerpo humano y cabeza de elefante. Ganesha es el Dios de la sabiduría y el eliminador de los obstáculos.
En Asia, los elefantes constituyen todo un símbolo cultural, siendo considerados sinónimo de fuerza, sabiduría e inteligencia.
Curiosidades de los elefantes
En todo el planeta, existen 2 especies de elefantes: africanos y asiáticos y cada uno se divide en subespecies.
Pueden llegar a pesar hasta ocho toneladas y al alcanzar una edad adulta pueden medir aproximadamente 3 metros de alto por 7 de largo.
Debido a su evidente piel gruesa y dura, los elefantes pertenecen a la categoría taxonómica de los paquidermos.
Los elefantes africanos machos y hembras tienen colmillos y por lo general usan uno solo de ellos. Por el contrario, sólo algunos elefantes asiáticos tienen colmillos.
Su periodo de gestación es de 22 meses y dan a luz cada 4 o 5 años.
Las manadas de elefantes están encabezadas por matriarcas y se componen de grupos de hembras adultas y crías. Mientras tanto los elefantes macho suelen vivir aislados o en pequeños grupos de solteros.
Indudablemente, al formar parte de este planeta, los elefantes son pieza clave para la preservación del mismo. Además, son considerados unos verdaderos ingenieros de los ecosistemas, que ayudan a mantener el equilibrio de la biodiversidad que comparten con otras especies. Son originarios de África y Asia, sin embargo, tanto cultural como ecológicamente son importantes para todo el mundo.
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