Vicente Fernández, conocido también como “Chente” y el charro de Huentitán, es sin lugar a dudas uno de los ídolos más reconocidos de la música mexicana. Un referente de la ranchera considerado el cuarto gallo entre los cantantes de México. Distinción que comparte con otros grandes de la música mexicana como lo son Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís. Todos ellos destacados artistas, que inspiraron a Vicente Fernández a convertirse en un auténtico cantante mexicano.
Para nadie es un secreto que, la música ranchera es el corazón de México. Es la música que refleja la vida del campo y describe las desgarradoras historias de amor de los campesinos. A lo largo de toda su trayectoria, Vicente Fernández, supo plasmar en sus canciones el amor por el campo y la vida ranchera.
Su destacado trabajo musical, lo hizo merecedor de Grammys y Premios Lo Nuestro. Además, ha sido reconocido con premios por sus logros de toda una vida, con honores en salones de la fama y hasta con una estrella en el “Paseo de la Fama” de Hollywood.
El 12 de diciembre de 2021, se conoció la lamentable noticia del fallecimiento de este grade de la música mexicana, considerado el rey de las rancheras. En agosto de este año, el cantante tuvo que ser hospitalizado de inmediato tras una caída que lo obligó a someterse a una cirugía cervical. Tras sufrir una recaída fue llevado de nuevo al hospital en su natal Jalisco lugar donde falleció. A sus 81 años de edad, Vicente Fernández deja un legado musical imborrable para la historia de México y América Latina.
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Orígenes de Vicente Fernández
En el pueblo de Huentitán El Alto, Jalisco, México, nació Vicente Fernández el 17 de febrero de 1940, hijo de un ranchero y una ama de casa. A los 6 años de edad ya el niño Vicente soñaba con ser cantante. 2 años más tarde, le regalaron una guitarra, instrumento que aprendió a tocar rápidamente y empezó a estudiar música folclórica. Por aquellos años, Chente, veía películas de Pedro Infante, quien se convirtió en uno de sus ídolos favoritos de la canción mexicana.
Inicios de su trayectoria
A los 14 años, participó en un concurso de canto en Guadalajara y ganó el primer lugar. A partir de ese momento comenzó a cantar en restaurantes y bodas de familiares y amigos. Su recorrido por el mundo de la música estaba comenzando.
En diciembre de 1963, se casó con María del Refugio “Cuquita” Abarca Villaseñor, su vecina de la infancia con quien tuvo 4 hijos: Alejandra, Vicente, Gerardo y el también reconocido cantante Alejandro Fernández.
A sus 24 años de edad, Vicente, se unió con algunos de los más conocidos grupos de mariachi de México, para seguir cantando en restaurantes.
En 1965, comenzó a visitar varias compañías discográficas, las cuales al principio rechazaron su propuesta musical. Sin embargo, logró encajar en una reconocida emisora de México, a través de la cual comenzó a ganar fama local.
En abril de 1966, el entonces cantante de bolero ranchero más popular en México, Javier Solís murió al complicarse de operación en la vesícula. Se trataba de la tercera vez en 13 años que el país azteca perdía a uno de sus cantantes más destacados. 8 días después de la partida física de Solís, el destino de Vicente Fernández dio un giro inesperado. Las disqueras que les habían cerrado las puertas hace unos meses atrás comenzaron a llamarlo. A mediados de 1966 firmó contrato con CBS México, actual Sony Music. “Tu camino y el mío”, “Perdóname” y “Cantina del barrio” fueron sus primeros éxitos musicales.
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Vicente Fernández y el cine mexicano
En 1971, Vicente Fernández comenzó lo que fue su paso por el cine mexicano con la película “Tacos al carbón”. Se suele afirmar que, el artista participó en más de 20 películas. De estas, destacan los largometrajes “Tu camino y el mío”, “Uno y medio contra el mundo” y “La ley del monte”, cuyo disco del mismo nombre llevó al cantante a la cumbre de su carrera.
Paralelamente a su faceta como actor, Vicente produjo los álbumes “El ídolo de México”, “El rey”, “El hijo del pueblo” y “Para recordar”. Las canciones que se desprenden de estos trabajos pasaron a formar parte del repertorio de todos los mariachis.
En 1975, el cantante ranchero subió al escenario a su hijo Alejandro, de 4 años y ambos cantaron juntos por primera vez.
El éxito de “Volver, volver”
En la década de los 70, Vicente Fernández interpreta un nuevo tema del reconocido compositor mexicano Fernando Z. Maldonado “Volver, volver”. La canción trata de un hombre macho que acepta su culpabilidad en una relación sentimental, algo poco usual para la época. El tema causó gran impacto y terminó convirtiéndose en todo un himno de la música ranchera.
Gracias a “Volver, volver”, que se escuchaba en todas las radios dentro y fuera de México, Vicente logró romper todos los récords de venta. Para entonces, ya el charro de Huentitán era el nuevo rey de la música ranchera y está canción consagró como una estrella internacional.
Con el pasar de los años aparecieron otros éxitos como “¿De qué manera te olvido?”, “Lastima que seas ajena”, “¿Qué de raro tiene?”, “Mujeres divinas” y “Estos celos”, entre muchas otras.
El ídolo de México
A comienzos de los años 80, Vicente recibe por parte de los medios el apodo de “el ídolo de México”, con el cual comenzó a ser llamado. Su creciente éxito, lo llevó a realizar giras y grabaciones con mucha frecuencia. Cuando estaba en el escenario solía decir “mientras ustedes no dejen de aplaudir, su Chente no deja de cantar”.
Legado de Vicente Fernández
Tras su fallecimiento en diciembre de 2021, Vicente Fernández se mantiene como uno de los más destacados cantantes de música ranchera que más perduró en el tiempo. Su legado musical queda intacto a través de los clásicos indudables de la música mexicana, reconocidos en todo el mundo.
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