Fumar, para algunas personas es considerado un arte y para otras un alivio a las penas del mundo. También hay quien asegura que fumar brinda estatus social, elegancia y distinción. Para algunos es algo sagrado, mientras que para otros es pecaminoso y vulgar.
Pero en todo caso y respetando todas las opiniones, a estas alturas de la vida para nadie es un secreto los efectos nocivos del tabaco o cigarrillo. Antes de ahondar en lo daños que se producen por fumar, vamos a repasar los orígenes del tabaco.
Para los originarios era normal fumar tabaco mucho antes de los españoles
Mucho antes de la llegada de los europeos a tierras americanas, los indígenas que habitaron el continente ya habían creado el hábito de fumar. Según historiadores, el origen del tabaquismo se encuentra entre los años 5 mil y 3 mil antes de Cristo. Por aquella época, civilizaciones mesoamericanas y suramericanas comenzaron a fabricar tabacos a raíz precisamente de la planta del tabaco también conocida como Nicotiana Tabacum.
También suele afirmarse que, los indígenas practicaban rituales en los que incluían baños del humo de tabaco expulsado por chamanes. Se cree que estas prácticas tienen relación con ceremonias de antiguas civilizaciones de India y China, donde se quemaba incienso durante rituales religiosos.
Según se comenta, algunos pueblos originarios del continente americano utilizaban el tabaco y algunas plantas alucinógenas para realizar trances y comunicarse con sus raíces ancestrales. Muchas de estas tribus tenían la creencia que el tabaco era un regalo del creador. Los mayas y los toltecas por su parte, usaban pipas para fumar debido a que las plantas de tabaco en Mesoamérica eran consideradas más fuertes que las de Suramérica.
En 1492, cuando los españoles llegaron a América, la planta del tabaco ya se había extendido por todo el continente. Precisamente una de las cosas que llamaron la atención de los colonos fue ver a hombres y mujeres aspirando el humo de unos cilindros de hojas secas.
Rodrigo de Jerez, un explorador español, es considerado el primer fumador europeo. Al regresar a España, Jerez fumaba a escondidas y al ser descubierto fue encarcelado y acusado por la Santa Inquisición de realizar actos paganos y diabólicos. También se le acusó de brujería y se decía que: sólo el diablo podía dar a un hombre el poder de sacar humo por la boca.
Comercialización del tabaco
Con el pasar de los años, fumar tabaco se fue haciendo cada vez más popular en toda Europa. Los primeros cigarrillos de papel manufacturados y empaquetados llegaron a España en 1825 y pocos años después aparecieron las primeras cajetillas. Por esos años, se dio a conocer el término “cigarrillo” o “cigarrito”, proveniente de la palabra “cigarro”, llamado así por su similitud con la cigarra.
Pero su expansión total por el mundo, fue en 1885 con la máquina de vapor estadounidense Bonsack, capaz de empaquetar millones de cigarrillos. Por supuesto, en años posteriores las empresas de publicidad se encargaron de hacer campañas para incitar a la gente a fumar.
Reconocidos actores y actrices recibieron grandes sumas de dinero por aparecer fumando en la escena de alguna película. Los resultados, no se hicieron esperar, para muchas personas fumar se convirtió en algo interesante y desde entonces las tabacaleras han incrementado sus ganancias.
Como dato curioso vale la pena destacar que, el día 17 de diciembre de 2004, Bután prohibió la venta y consumo de cigarrillos. Este hecho, lo convirtió en el primer país del mundo en tomar esta medida. Sin embargo, sus habitantes si pueden importar cigarrillos, claro, después de pagar un impuesto del 100%. Una vez cumplido este requisito, el comprador sólo puede fumar en la privacidad de su hogar.
Beneficios de dejar de fumar
Estudios realizados, aseguran que el humo de tabaco contiene más de 7 mil sustancias químicas dañinas tanto para fumadores, como para no fumadores. A esto se le suma que, fumar es una de las principales causa de muerte prematura en el mundo y daña casi todos los órganos del cuerpo.
Fumar causa cáncer de pulmón, esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, hígado, páncreas, estómago, cuello uterino, colon y recto, así como, leucemia. Por el contrario, dejar de fumar brinda múltiples beneficios para la salud y para el medio ambiente.
A continuación mencionamos algunos de los efectos positivos de abandonar el cigarrillo:
Disminuye el riesgo de cáncer
Uno de los mayores beneficios de abandonar el tabaco es que reduce el riesgo de padecer cáncer y de muchas otras enfermedades.
Regula la presión arterial
Al fumar mucho o poco, tanto el ritmo cardíaco como la presión arterial están en niveles elevados. Sin embargo, al poco tiempo de dejar el cigarrillo, éstos regresan a niveles normales. Además, luego de unas cuantas horas de abandonar el tabaco, la concentración de monóxido de carbono en la sangre empieza a disminuir, suministrando mejor oxígeno al cuerpo.
Contribuye con el medio ambiente
Además de causar severos daños a la salud, el tabaco tiene un impacto negativo en el planeta. La planta del tabaco necesita grandes cantidades de productos químicos y reguladores del crecimiento, lo que resulta nocivo para el medio ambiente. Dejar de fumar y además dejar de cultivar la planta del tabaco, beneficiaría la agricultura y mejoraría la salud de los granjeros.
Mejora la salud de los no fumadores
Abandonar el tabaco, no sólo beneficia la salud del exfumador, sino que también disminuye el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaquismo a niños y adultos considerados fumadores pasivos.
Alivia el bolsillo
Dejar de fumar, le da más energía al cuerpo, desaparece la llamada tos de fumador, mejora el aspecto y la salud de la piel y además es beneficioso para la economía. Evidentemente, el tabaco genera un gasto de dinero extra que bien pudiera invertirse en algo más provechoso o simplemente pudiera ahorrarse.
Día Mundial sin Tabaco
En el año 1987, Organización Mundial de la Salud (OMS) promulgó el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco. El objetivo de este día es informar y concienciar a las personas sobre los efectos nocivos de fumar y el peligro que ocasiona a los fumadores pasivos.