Martinica, es otra de las perlas caribeñas que incluiremos en nuestra serie “Países de Latinoamérica y el Caribe”. Sus arenas negras o doradas, cocoteros y aguas turquesas hacen de Martinica una buena opción para disfrutar de una puesta sol con amigos, familiares o ese ser especial.
Ubicada entre Dominica y Santa Lucía, Martinica se encuentra en pleno corazón del archipiélago del Caribe, formando parte de las Antillas Menores. Tras pertenecer a Francia desde los tiempos de las conquistas europeas, se denomina como departamento de ultramar francés.
Un poco de historia
Los primeros pobladores de la isla de Martinica fueron los indios Arawaks y posteriormente la tribu Caribe. Según los registros históricos, este territorio había sido bautizado con el nombre indígena Jouanacaëra – Matinino, que quiere decir Isla Mística. Pero en 1502, apareció Cristóbal Colón y le colocó el nombre de Martinica.
Aunque Colón fue el primer conquistador de este territorio, la isla ha pertenecido a Francia desde su colonización en el año de 1635. En un principio, lo franceses explotaron la producción de tabaco, añil y cacao. Pero en los años posteriores se incrementó la producción de azúcar.
Otro dato curioso, es que Marie Josèphe Rose Tascher, conocida como Josefina de Beauharnais, quien se casó en segundas nupcias con Napoleón Bonaparte, nació en Martinica.
Por otra parte, el volcán Montaña Pelada es uno de los mayores atractivos turísticos ubicado al norte de la isla. Es el punto más alto de Martinica con 1397 metros de altitud, cuya última erupción data de 1929. Pero el 8 de mayo de 1902 se produjo una erupción devastadora que convirtió en cenizas la ciudad de Saint-Pierre provocando aproximadamente 30 mil víctimas en cuestión de minutos. Este suceso se conoce como el Cataclismo de Martinica.
Saint-Pierre, fue el primer asentamiento poblado y el primer puerto de Martinica hasta que el volcán entró en erupción. Una de las historias más destacadas, es la de Louis Cyparis, un preso que milagrosamente fue el único sobreviviente de la cárcel de Saint-Pierre.
En la actualidad, el volcán de la montaña Pelada, también conocido como Monte Pelée está calmado y vigilado por el observatorio vulcanológico y sismológico de Martinica.
Atractivo turístico de Martinica
Fort de France, es la capital de Martinica y uno de los destinos obligados para visitar en la isla. Las casas de madera y los edificios de arquitectura colonial del centro histórico de esta ciudad costera, muestran a los turistas la esencia cultural de Martinica. Además, se puede visitar la asombrosa biblioteca Schoelcher que fue presentada en la Exposición Universal de París en 1889. Posteriormente, dicha biblioteca fue transportada en barco a Fort de France para ser restaurada allí.
Por su parte, al sur de Martinica, se encuentra la ciudad de Sainte-Anne con aproximadamente 20 kilómetros de cocoteros. Sus playas de arena dorada cautivan tanto a visitantes como a lugareños, siendo la de Les Salines una de las más famosas. En esta playa, se puede disfrutar de un picnic con los pies en el agua a la sombra de los cocoteros.
L’Ajoupa-Bouillon, es otro cantón de Martinica donde se encuentran las espectaculares gargantas de la Falaise. Allí, se pueden disfrutar de piscinas naturales, cascadas y un río que se abre paso a través de paredes de hasta 120 metros de altura.
Memorial Cap 110
Otro de los sitios para visitar y conocer un poco más de la historia de esta isla, es el Miemorial Cap 110. Este monumento construido en 1998, se encuentra en una pequeña colina frente a la playa de Anse Caffard. En el lugar se pueden observar 15 figuras de 2,5 metros que están viendo hacía África. Las figuras recuerdan a los 234 esclavos que murieron en un trágico naufragio.
Además, desde el monumento se puede echar un vistazo a la imponente Roca del Diamante, un islote rocoso deshabitado que sobresale del mar Caribe.
Gastronomía de Martinica
En cuanto a la gastronomía se refiere, el bacalao está bien presente en varios platos típicos de Martinica. Algunos de ellos son: feroce, conocido como el guacamole antillano, macadán, hecho a base de tomates y pimientos y ti nain lan mori, preparado con bananas verdes.
También se pueden degustar bisques de cangrejos de río, lambis, especie de molusco, fricasé y matoutou de cangrejo, un guiso muy común en Pascua o Pentecostés. En Navidad, se suele preparar el jamón al azúcar y a la piña y un jarabe de grosella servido con ron.
Sin duda, toda una aventura caribeña que no puede pasarse por alto. Además, en toda la isla, hay condiciones para practicar deportes de todo tipo como, senderismo, andar en bicicleta o kayak. Por supuesto, no faltarán las caminatas para descubrir la naturaleza o recorrer los sitios históricos de Martinica.
Si todavía no lo has hecho, te invitamos a leer nuestro artículo sobre “Antigua y Barbuda”.
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